ENTREVISTA al CUENTA CUENTOS Y PROMOTOR DE LECTURA CARLOS FONG, desde panamá...
-¿Cómo y cuándo descubriste
que tu destino estaba ligado a la transmisión de la cultura a través de la
oralidad?
Al comienzo del año 2000 empecé a
hacer un trabajo de promoción de lectura. Era promotor de lectura en el antiguo
Instituto Nacional de Cultura, hoy Ministerio de Cultura. Leí cuentos a los
niños. Noté de un día para otro que podía contar los cuentos sin el libro. Creo
que así empezó todo.
¿Con quién aprendiste a narrar?
Los primeros talleres fueron con Héctor Collado, un poeta panameño que
para entonces narraba cuentos. Luego pasó por Panamá Nicolás Buena Ventura y
ese encuentro me direccionó. Entendí que había un arte y que yo quería
aprenderlo.
¿Narrás para niños y
adultos? En caso afirmativo ¿Cuál es la diferencia?
Sí. Narro para ambos. Y para los adolescentes. Los repertorios son
distintos. Los de niños tienen cuentos especiales para ellos, pero los adultos
los disfrutan, también. Al revés, creo que los cuentos para adultos que yo
cuento no los tolera un niño. Son muy inquietantes y perturbadores, algunos.
¿Tu principal defecto? ¿Tu
mayor virtud? (como narrador)
Creo que mi mayor defecto es la
duda. Cuando encuentro un cuento o el cuento me encuentra a mí, dudo si lo
puedo contar. Hay algo que me dice que ese cuento es para mí, pero tengo que
vencer ese miedo inicial. Creo que mi mayor virtud es que cuando narro intento
que la historia quede bien, no yo. Que el cuento sea el que se luzca y
sobresalga.
-¿Cómo seleccionas tu
repertorio?
Me gustan los cuentos de las
tradiciones de los pueblos. Pero también los escojo de los libros. No escribo
cuentos para contar. No me salen. Escribo cuentos para ser leídos. Soy incapaz
de contar mis propios cuentos. Simplemente les cuento lo que leo de otros, me gustan y trato de adaptarlos y hacerles su
dramaturgia.
-¿Qué historias no debería
desconocer ningún niño?
Hay un cuento de Laura Devetach
que se llama el hombrecito verde. Ese cuento deberían de conocerlo todos los
niños. Rosaura en bicicleta de Daniel
Barbot; El perro del cerro y la rana de la sabana, de Ana María Machado y
los cuentos de Gianni Rodari. Creo
que todos los cuentos de Jairo Aníbal
Miño.
¿Cuál fue el primer cuento
que narraste en público?
"Gota de agua" de
Torcuato Luca de Tena. Lo adapté a una versión panameña.
Algo loco.
Te convocan frecuentemente a
realizar narraciones en las escuelas ¿Qué le piden los maestros a un
espectáculo de narración? ¿Qué valorizan los chicos?
Sí. En vez en cuando. No tanto como yo quisiera. Pero los maestros en mi
país gustan mucho de los cuentos con mensajes y que exaltan los valores...yo no
hago eso. Creo que los buenos cuentos llegan a las personas de otra forma y
tienen valores intrínsecos. Los niños se divierten mucho con los cuentos de mis
repertorios. Algunos los dejo participar y otros son para que sólo aprendan a
escuchar. –
¿Cómo describirías el panorama actual de la narración oral en Argentina? ¿Y en Panamá?
No podría responder eso porque no
he ido a Argentina. Pero te puedo decir que por acá llegan noticias de algunas
cosas de los argentinos a través de las redes. Y he tenido la fortuna de
conocer algunos narradores argentinos en los festivales donde he estado y
narran bien. Creo que tienen una tradición y hay un movimiento. Espero algún
día ir a alguna feria del libro allá o un festival para trabajar e intercambiar
experiencias. –
¿Se puede vivir siendo
cuentacuentos?
Creo que tú crees que yo soy argentino...jajaja. Pero te puedo decir que
en Panamá, no. Es muy difícil. Por eso soy promotor de lectura, animadir
sociocultural y escritor. –
¿Qué público te demanda
mayor esfuerzo a la hora de narrar? ¿El público infantil o el público adulto?
Contar para niños es más difícil. Lograr que un niño logré escuchar más
de tres cuentos...es un éxito. Con los adultos no tengo problema
@ Eduardo Raúl Burattini
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