Translate

viernes, 16 de diciembre de 2022

CAMPAÑA "LIBROS POR LA PAZ" 2022 Adhesión a la Agenda 2030 ODS - NACIONES UNIDAS




"Los desmaravilladores", de Elsa Bornemann, Buenos Aires, 2003, Alfaguara.


"Los desmaravilladores" (10 cuentos de amor, humor y terror) es otra excelente muestra de la capacidad creadora de la siempre recordada escritora ELSA BORNEMANN, para sorprender y encantar a sus lectores. En este libro de cuentos que habla de los primeros amores y de los primeros encuentros con el terror, abundan también el humor y a veces la tristeza, como en la vida misma. Cuentos que, además, recrean leyendas populares o acontecimientos reales con la valentía de quien sabe que para los chicos no existen temas prohibidos. Sólo se trata, nada más y nada menos, de saber contarlos.

domingo, 4 de diciembre de 2022

Las Hormigas vienen marchando

 


Y el tan ansiado día llegó, nos encontramos todos en la Sede de ABGRA (Asociación de Bibliotecarios Graduados de la República Argentina),  con mucha emoción para dar la bienvenida al Hormiguero a las nuevas Hormiguitas 2022.



 Estamos felices por la gran concurrencia de público asistente y por la calidad y calidez de los Premiados, entre ellos GRACIELA MONTES, VIRGINIA LAGO, KATIE VIQUEIRA, Graciela Verónica La Juje , La Seño Norma , NARRADORAS del Hospital Gandulfo, Lorena Perevengo,, Veronica Parodi  Ángeles Durini , Sebastián Sebastián Vargas , Mercedes Pérez Sabbi , Estrellita Caracol, Clásicos Desatados, Lecturas en pañales , Estela Vega, Magela Demarco , Caru Grossi , Paula Fränkel, Paula Socolovsky ,  Periodismo por chicos entre otros..., el Hormiguero sigue creciendo 👏👏👏👏🐜🐜🐜🐜🐜🐜🐜🐜🐜❤❤❤❤❤









En la conducción el escritor y locutor Walter Martínez que fue un maestro de Ceremonias muy bueno... un verdader lujo 👏👏👏👏
Gracias a todos, bienvenidos y bienvenidas Hormiguitas 2022...🐜🐜🐜🐜🐜🐜🐜🐜❤❤❤❤









jueves, 24 de noviembre de 2022

CAMPAÑA "LIBROS POR LA PAZ" 2022 Adhesión a la Agenda 2030 ODS - NACIONES UNIDAS

 



La Biblioteca Popular Madre Teresa de Virrey del Pino La Matanza  cpntinúa con la; 


CAMPAÑA "LIBROS POR LA PAZ" 2022

Adhesión a la Agenda 2030 ODS - NACIONES UNIDAS


"LA NIÑA DE AGUA", de Iris Rivera.


"Ésta es una historia de aguas profundas. La historia de un lago. La historia de una niña y un lago. La historia de una niña, un lago y un pescador de lunas. Iris Rivera nos sumerge, a través de sus palabras y en conjunto con las ilustraciones de Josefina Calvo, en un relato en el que los encuentros, las transformaciones y los silencios cobran protagonismo.


“Se hizo un silencio insoportable/ de aire quieto/ y en la garganta de la noche/ la niña comenzó a cantar. / Era un canto envolvente/ parecido a una niebla/ casi un perfume”. Nos mecemos y nos cautivamos a través del canto de la niña, un personaje mágico que nos remonta a seres mitológicos como la sirena, la ninfa, logrando que nos enreden y nos lleven aguas adentro, ante una lectura cargada de misterios.


Una de las escenas más atrapantes de este libro es el encuentro entre la niña como ser mitológico y el pescador de lunas, es decir, con el humano. “La niña de agua lo enredó/ lo llevó lago adentro/ allí donde la luna/ se balanceaba como un pétalo. Toda la noche estuvo el pescador/ abrazando a la niña/ escondida en su pelo/ buceándola”. Este encuentro parece detener el tiempo y dejar flotando la escena, meciendo al pescador con el dulce canto y arrullo de la niña. Pero todas las noches terminan y comienzan los amaneceres, que confunden y disuelven: “Pero/ con la primera luz de la mañana/ el canto de la niña se disolvió/ y el pescador de pronto solo/ confundido sin niña y sin luna/ respiró a bocanadas el amanecer”.


Las ilustraciones de Josefina Calvo realizadas a través de la técnica del collage, cargan aún más de misterio y profundidad a esta historia, la utilización de colores oscuros como el bordó, el negro, nos remiten a la noche, al misterio, a la inmensidad del mar. Sin embargo, el amanecer nos invita a visualizar otra paleta de colores como el blanco, el rosa y el gris.


Quedan invitados a sumergirse y dejarse mecer por este bello texto cargado de profundidad"


Melina López de Ipiña, reseña aparecida en blog de Jitanjáfora

domingo, 20 de noviembre de 2022

Lectoras

 Por María Cristina Alonso

              A mis compañeras de secundaria                                                                            


¿Cómo se arma sin proponérselo una comunidad de lectores? Así, espontáneamente, en un grupo de whatssap que se formó al cumplir 50 años de egresadas de la escuela secundaria,  mis compañeras comenzaron a hablar de mis libros, a preguntarse dónde se conseguían, a mencionar el  último que escribí e ilustré Chicas que escuchaban radioteatros.

 De lejos, sin animarme a intervenir, veía el interés de mis ex compañeras por mis libros así que les acerqué un par y así el chat empezó a poblarse de listas para pasárselos en forma organizada.

 Y después leí y escuché audios con los comentarios. Mi Chicas que escuchaban radioteatros, fue un texto que nació de una fotografía de mi madre con sus hermanas junto a una bicicleta en el campo de la década del 30. Mis compañeras lectoras pensaron en sus madres que habían llevado vidas parecidas, hablaron de las fotografías que guardan en cajas y no saben qué hacer con ellas, sintieron que debían preservarlas porque son los únicos testimonios que les quedan del pasado familiar.

 “Cristina  -me escribe una de mis compañeras de secundario que se llama como yo-  acabo de leer tu libro que pinta la historia de mi mamá, que vivía en un campo arrendado con cuatro hermanas y fue visitada por mi papá en bicicleta durante tres años que duró el noviazgo ¡Con sol o con lluvia!”.

“Sonia, mi lectora más entusiasta comparte: “: Beto se fue, es mi momento, tengo tiempo para leer. Estoy acostada. Voy a llamar a mi hermana para comentarle el libro. Es un texto que te remueve. He encontrado valijas con fotos, es lo único que nos queda de nuestras madres, una planta en una galería, las chicas juntos a un árbol, los novios. Tienen que leerlo todos”

¿Cómo imaginan que se siente la autora al leer y escuchar estos comentarios de su texto?

 Leer, pasarse libros, comentar lecturas. Recordé algunas novelas que hablan de gente que se relaciona para compartir su interés por la lectura, porque entienden que la literatura une a personas de ideologías, gustos y hábitos diferentes.

 Una de ellas, cuya largo título nos anticipa una historia original, es la que escribió la librera estadounidense Mary Ann Shaffer, La sociedad literaria del pastel de patata de Guernsey. La autora murió antes de terminar la historia y fue continuada por su sobrina, Annie Barrows. La novela no sólo se convirtió en bets seller sino que fue llevada al cine y la película puede verse en Netflix.

Un grupo de personas que habitan una isla del  Canal de la Mancha, Guernsey, (único territorio británico que estuvo bajo la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial) se juntan para comentar libros y soportar situaciones difíciles.  La original denominación de la Sociedad literaria surgió una noche en que los alemanes los descubrieron violando el toque de queda. Desde entonces, pastel de patatas mediante, la sociedad se convirtió en un fenomenal acto de resistencia.

 Ejemplos de lectores que se juntan, que comentan, que piden libros, que quieren recrear en la realidad las escenas de las páginas que tanto placer les produjeron hay muchos.  A partir de la atrapante saga de Dolores Redondo, La trilogía del Baztan,  (también llevada al cine y se puede ver en Netflix) se suelen organizar tours de visita a Elizondo, el pueblo navarro donde transcurre la ficción.

 Las tres novelas: El guardián invisible, Legado en los huesos y Ofrenda a la tormenta, están protagonizadas por la detective Amaia Salazar que debe desentrañar complejos casos en un lugar lleno de misterio donde mucha gente cree en la existencia de seres mitológicos.

 Hasta la aparición de las novelas de Dolores Redondo, Elizondo era un punto desconocido en el mapa de Navarra. Pero desde que estas novelas de género negro tuvieron éxito, sus lectores se encuentran portando sus libros para recorrer las calles e identificar los edificios que aparecen en el texto. Lectores que no sólo se organizan en comunidad lectora para vivir una experiencia de turismo rural, sino que viven la literatura, leen la ficción en las páginas y en la vida real.

 Ocurrió algo parecido cuando en 2018 se cumplieron 150 años de la primera publicación de Mujercitas de Luisa May Alcott. Pedí por mail a mis amigas que recuperaran lo que quedó en su imaginario de ese libro de chicas que marcó la infancia de muchas.

 En los mails y  audios de whatssap, mis amigas respondieron entusiasmadas a mi requerimiento. El título de la novela más leída por las chicas de varias generaciones atrás es un talismán, un pasaje, un boleto de regreso a esa patria, a esa tierra incógnita que es la infancia. Lectoras que empezaron a hablar entre ellas de las escenas más recordadas, de los personajes entrañables con los que se identificaban, lectoras que hablaban de lecturas, que socializan sus interpretaciones, que mantenían viva la pasión por leer historias y comentarlas.

 Algo parecido ocurrió en pandemia. Muchas personas nos pasamos libros en Epub o PDF y después los comentamos por redes sociales porque en esos años, la literatura calmaba la angustia que crecía en un momento en que el mundo se volvía  pura incertidumbre.

 

En el chat de mis compañeros de escuela secundaria, gente que he visto esporádicamente o no he visto en cincuenta años, sigo leyendo: “Hola buen día!!! Porfi avisen cuando me toque el libro a mí”.

 Por momentos no puedo creer que mi libro vaya pasando de casa en casa. Voy leyendo, con emoción y pudor los deliciosos comentarios que su lectura produce. Sigo pensando que el gran poder de la literatura radica en la libertad de los lectores para decir cosas sobre ella y compartirla con otros.

 

 



lunes, 14 de noviembre de 2022

Chicos que sufren en la literatura

 



Por Cristina Alonso (*)

Busco en mi biblioteca uno de los primeros libros que leí: “Cuentos para niños” de la Editorial Sopena, publicado en Barcelona muchos años antes de que yo naciera. No es mío, se lo habían regalado a mi hermana. Uno de los cuentos se titula “Un susto”, y es la historia de una chica, Lulú, que queda sola en su casa mientras los padres van a visitar a una enferma. Como es muy imaginativa y ha leído recientemente un libro titulado “Cuentos de hadas” siente miedo cuando se hace de noche. Se refugia en su cuarto y, tirada en la cama, comienza a ver             -surgidos de todos los rincones- duendes con caperuzas y barbas, grotescos enanos, enormes fantasmas danzantes, todos tendiendo las manos hacia ella para atraparla.
Por suerte, nos dice el narrador, pasa por ahí el Hada de la Casualidad e hace que, en la cocina, el gato tire una jarra produciendo gran estruendo. Lulú corre desesperada y se oculta en un rincón hasta que, un cuarto de hora después, llegan sus padres y hacen que los seres imaginarios desaparezcan de la cabeza de la niña.
Un cuento como tantos de los de mi época. Iba acompañado de una ilustración bastante siniestra en la que los duendes y los fantasmas parecían salidos de una película de terror. Ponían los ojos en blanco y mostraban sus colmillos salientes. La chica iba vestida de negro y se tapaba los ojos con la mano para protegerse.
Ese fue el primer personaje infantil que recuerdo sufriendo. La literatura destinada a los niños nos lleva por miles de historias en las que los chicos son víctimas de los atropellos, de la impiedad y la desconsideración de los adultos. En el cuento de Lulú, los padres la dejan sola toda una tarde en una casa sombría con la única compañía de un gato.

Claro que si de padres abandónicos se trata, con solo pasearnos por los cuentos que los hermanos Grimm y Perrault recopilaron en los siglos XVIII y XIX encontramos a montones. Hansel y Gretell es uno de los cuentos más crueles que se puedan contar porque es la historia de dos hermanos abandonados por el padre y la madrastra en el bosque con la excusa de que no tienen nada para darles de comer. Cuando se encuentran con la engañosa casa de chocolate aparece la bruja que enjaula a Hansel para comérselo crudo, y encima lo engorda lentamente. Para compensar tanta crueldad Gretel logra tirar a la bruja al horno encendido y la quema viva. Como los chicos regresan con una bolsa llena de oro, los padres los reciben contentos. ¿Tiene un final feliz este cuento? Según esta historia, hay que llevar un tesoro a casa para ser amado.
En los cuentos de hadas aparecen todo tipo de crueldades dirigidas a los niños. A Caperucita Roja se la come un lobo, Cenicienta tiene que soportar todo tipo de desprecios y burlas de sus hermanastras, a Blanca Nieves, la madrastra la manda a matar y a que le arranquen el corazón, a Pulgarcito y sus hermanos el Ogro los anda buscando para cortarles la cabeza y en Pinocho  el Zorro y el Gato se abusan de la ignorancia del muñeco de madera,  le roban las monedas de oro y  lo cuelgan de una encina.

Niños pobres y maltratados deambulan por casi todos los estantes de mi biblioteca buscando un poco de consuelo. Lo hacen David Copperfield y Oliverio Twist, los personajes de las respectivas novelas de un escritor inglés, Charles Dickens, que no dudó en contar la crueldad de la sociedad del siglo XIX en la que le tocó vivir. Tanto David como Oliver  se quedan huérfanos, reciben palos de los maestros, desprecios de sus padrastros y sienten hambre.
También medio muerto de hambre me espera en un estante de mi biblioteca Lazarillo de Tormes, el protagonista de una novela picaresca española del siglo XVI. Lazarillo es un chico que queda solo en el mundo. Cuando el padre se muer, su madre le dice esta crueldad: “Criado te he, válete por ti” y lo manda a que se las arregle por los caminos. Por suerte el chico es vivo y se las ingenia para ir de amo en amo aunque siempre, con hambre.

La orfandad es una constante en los relatos para niños y jóvenes. El héroe casi nunca tiene padres, por lo tanto tiene que reinventarse. Los padres de Harry Potter fueron asesinados por el mago Voldemor una noche de Halloween. Tom Sawyer vive con su tía Polly en un pueblito junto al Missisippi, y el Principito, está en su planeta con la sola compañía de una rosa.
La pobreza y el hambre siempre determinan que estos personajes niños inicien un largo viaje, vivan una aventura y obtengan una riqueza o realicen una hazaña. Así Charly, el de la fábrica de Chocolate de  Roald Dahl, se somete a los caprichos del excéntrico  Willy Wonka, Bastián Baltasar Bux, el de “La historia sin fin”, que es un chico huérfano de madre, viaja a través de un libro al mundo de Fantasía para compensar sus días solitarios. En una de las historias de Struwwelpeter, e Peter el desmelenado, un libro escrito por el médico alemán Heinrich Hoffmann, el protagonista se niega a tomar la sopa por cuatro días hasta que convertido en un fideo de flaco se muere a la quinta jornada de inanición.


Los chicos y las chicas de papel que rondan mi biblioteca tienen maestros que pegan coscorrones a los que se portan mal en la cabeza, tienen padres que los dejan o los olvidan, y andan por caminos embarrados y muertos de frío. La literatura cuenta, sin disimulo, lo que a veces les sucede a los niños cuando la sociedad no respeta sus derechos.

(*) artículo aparecido en el blog La Biblioteca de Cristina. 

sábado, 12 de noviembre de 2022

CAMPAÑA "LIBROS POR LA PAZ" 2022 Adhesión a la Agenda 2030 ODS - NACIONES UNIDAS. "LA FLOR MÁS GRANDE DEL MUNDO", de José Saramago




"LA FLOR MÁS GRANDE DEL MUNDO", de José Saramago


La flor más grande del mundo, editado por Alfaguara es un libro en el que se destaca muy especialmente la belleza y poesía que contiene el relato y, también, las ilustraciones que forman parte de esta edición. 


José Saramago comienza la historia, disculpándose por no saber escribir cuentos para niños aunque sí puede inventarlos. La narración se aparta de la forma tradicional de narrar cuentos infantiles. Se apela a lo poético y a la metaficción, con intervenciones del autor acerca de la literatura. De manera sencilla pero muy profunda se cuenta la historia de un niño que se aleja de su propio entorno para recorrer otro camino que lo llevará a encontrar una flor marchita. El niño hace todo lo posible y, también, lo imposible para salvarla y lo logra: la misma termina siendo la flor más grande del mundo. El niño es el héroe de esta historia en la que la solidaridad y el amor se hacen presentes. El cuento destaca los valores esenciales y lo que tienen de gigantes los pequeños actos solidarios, aquellos que nos hacen verdaderamente grandes. Pero además, el viaje que hace el niño representa el viaje del héroe cuya travesía le ayudará a crecer y a darle un sentido hondo y pleno a su vida.


En relación a las ilustraciones de João  Caetano, éstas se fusionan a la perfección con el texto, haciéndose cómplice de él y creando un clima mágico que destaca aún más lo poético de la narración. 


Saramago finaliza su cuento disculpándose nuevamente por no saber narrar historias para niños y pone al lector en el lugar de escritor que reescribe una obra cuando la lee.



¿Quién me dice que un día no leeré otra vez esta historia, escrita por ti que me lees, pero mucho  más bonita?…


Este final destaca lo que caracteriza a todo el cuento: la intimidad, la calidez, y hermosa complicid entre el autor y el lector. 🌼 

Encuentro Provincial de Bibliotecas Populares. Chapadmalal 2022

 





Durante los días 7 y 8 de Noviembre se llevó a cabo el Encuentro Provincial de Bibliotecas Populares con la presencia de un nutrido número Bibliotecas del Sistema Provincial de Bibliotecas, bibliotecarios, dirigentes, escritores, y por supuesto funcionarios provinciales y nacionales: Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires; Dirección de Bibliotecas y Promoción de la lectura; Dirección  Plan Provincial de Lecturas y la CONABIP del  Ministerio de Cultura de la NACIÓN .


Hubo charlas, talleres y puestas de las experiencias que realizan las bibliotecas. Excelente mesa con la participación de la escritora Mercedes Pérez Sabbi y su obra La Grasita, acompañada por Galileo Bodoc. Faltó tratar ciertos temas que hacen al funcionamiento de nuestro sistema como es la pendiente reglamentación  de la Ley Provincial de Bibliotecas sancionada en el año 2015 y que , ya finalizando el año 2022 espera su tan ansiada puesta en marcha. Llamó poderosamente la atención  el "ruidoso" silencio de la Federación de Bibliotecas  Populares de la Provincia de Buenos Aires ante la falta de enunciación de los innumerables problemas que padecemos las bibliotecas y los bibliotecarios.



Un hecho altamente positivo fue la participación de Editoriales Bonaerenses  con unos excelentes catálogos totalmente renovados que muestran las nuevas voces y plumas de nuestra literatura y sus diferentes géneros.



El Encuentro deja un saldo positivo, una alegría que se haya vuelto a realizar esta práctica abandonada durante los cuatro años nefastos del gobierno de María Eugenia Vidal donde las bibliotecas populares fuimos duramente castigadas.  Agradecemos a las autoridades por este Encuentro, esperando encontrarnos el año que viene.

domingo, 6 de noviembre de 2022

CAMPAÑA "LIBROS POR LA PAZ", 2022. Adhesión a la AGENDA 2030 ODS. LIBRO: "SOLA EN EL BOSQUE" de MAGELA DEMARCO.y CARU GROSSI.

 A partir de 8 años. Hay palabras que no se dicen. Hay vivencias que no se cuentan. Hay verdades que no se descubren a primera vista. Hay lobos disfrazados que logran escabullirse y ocultarse dentro de algunas casas.







 Y las transforman en bosques oscuros y tenebrosos para quienes las habitan. Este es un intento para hacer visible ese llanto silencioso. Este es un grito de Auxilio. Y una llamada para que todas y todos abramos los ojos.


 Hablemos.Preguntemos. Abracemos el dolor y trabajemos para sanar las heridas. Fuera el lobo. Fuera el lobo.... el abuso, el dolor.

La Hormiguita Viajera

 


por Griselda Enrico (*)

Lo que nos enseña un relato infantil. Entre la contingencia y la experiencia.

Un cuento es un modo de relato infantil, oral o escrito, una narración artística y breve, de hechos reales o imaginarios. Lo narrativo es un carácter esencial en el cuento, acompañado de cierto estilo impregnado en el lenguaje acorde a quién va dirigido, y con intensidad emotiva. Los hay de todos los estilos y en su origen se encuentran diversidad de motivos, siempre anudados a la necesidad de una transmisión.

La hormiguita viajera, un cuento de Constancio Vigil[i], fue El cuento de mi infancia, tal vez porque viviendo en el campo lo desconocido constituía para mí un enigma gigante y también porque a su vez, me seducían las historias de quienes traían noticias de ese más allá; pero ese es otro relato –el de los linyeras.

La hormiguita viajera nos enseña sobre el valor de la experiencia por sobre la manzana del paraíso y lo disciplinario occidental y cristiano, en este caso como respuesta posible a la contingencia de un avatar de la vida que lleva a una pequeña e inexperta hormiguita, lejos de su casa.

Digamos de entrada que el personaje central del cuento hace de ese infortunio una experiencia de la que se extrae un valor y se convierte en un relato novedoso para las demás integrantes de la comunidad.

Walter Benjamin en un bello texto “El narrador”[ii] escrito en el año 1936, sostiene que la experiencia, esa “que se transmite de boca en boca (y) es la fuente de la que se han servido todos los narradores” nos está siendo expropiada, “(…) una facultad que nos pareciera inalienable, la más segura entre las seguras, nos está siendo retirada: la facultad de intercambiar experiencias. Una causa de este fenómeno es inmediatamente aparente: la cotización de la experiencia ha caído y parece seguir cayendo libremente al vacío (…) Con la guerra mundial comenzó a hacerse evidente un proceso que aún no se ha detenido. ¿No se notó acaso que la gente volvía enmudecida del campo de batalla? En lugar de retornar más ricos en experiencias comunicables, volvían empobrecidos”.

Entonces, más allá o no tanto, de la excusa que utiliza el cuento para meternos en una bella historia, haciendo gala de la diferencia en esos encuentros que la búsqueda del camino de regreso a casa confronta al personaje principal, es un relato que nos enseña sobre el lugar a la experiencia, la experiencia que se inscribe sobre la pérdida, la búsqueda, la desorientación, la brújula que pueden ser los otros, las limitaciones de cada quien en torno a su propio mundo, los encuentros y los desencuentros. El personaje central del cuento, una hormiguita en particular, nos va a decir que tiene ella en su comunidad una función especial, la de ser exploradora y por lo tanto su función es salir a buscar en las inmediaciones víveres, y allí donde son encontrados volver, avisar a las demás para traer pedazo por pedazo, parte por parte, el hallazgo alimenticio.

Así las cosas, frente a un hallazgo, algo inesperado la sume en la oscuridad y la deja presa de una situación ajena a ella.

La contingencia[iii].

Luego de zafarse de aquello que la dejó cautiva, a los ojos de nadie, intenta emprender el regreso a casa. En ese camino se encuentra con innumerables personajes minúsculos del mundo chiquito[iv  atraviesa lo desconocido, lo adverso, la desorientación, hasta que uno de ellos, personaje mágico de la literatura infantil, es brújula que le permite el retorno

La vuelta a casa, la llegada una vez reconocida como parte, abre la dimensión de lo valioso de la experiencia. Por más exploradora que se defina, es una hormiguita, chiquita ella, sin embargo no hay la sanción, la recriminación, por el contrario hay la escucha de lo que tiene para decir sobre la contingencia y de lo que a partir de allí hace experiencia, por un lado un relato del mundo más allá del hormiguero; lo desconocido para el resto es introducido vía la contingencia y por otro lado, lo que le permite ante esa contingencia volver, eso que en el relato se llama “voluntad” y desde otra perspectiva podríamos situar como deseo decidido, es eso lo que le permitió volver y lo que se extrae como lo que esa experiencia enseña, y a su vez le da un nombre “Hormiguita viajera”.



Entonces, entre la contingencia y la experiencia, el carozo de la cosa está en el deseo que funciona como causa, como motor.

[i] Vigil, C., nacido en Rocha, Uruguay el 4/9/1876, fallecido en Buenos Aires el 24/9/1954.
[ii] Benjamin, W., (1936) “El narrador”. Trad. Roberto Blatt. Taurus Ed., Madrid, 1991.
[iii] Contingencia: en la lógica modal, define un modo de ser de aquello que no es ni necesario ni imposible.
[iv] Lo pequeño ves. Anita Iniesta.

 Griselda Enrico



(*) artículo aparecido en la Revista digital "LA BANQUINA" (2021)

https://labanquina.com/2021/05/01/la-hormiguita-viajera/

martes, 1 de noviembre de 2022

CAMPAÑA "LIBROS POR LA PAZ" 2022 Adhesión a la Agenda 2030 ODS - LA CASITA AZUL, de Sandra Comino




 Cintia, una muchacha de 12 años, va a menudo a una casa azul para alejarse de su padre, un hombre violento. Esa casa es mágica. Una vez al año, la casa se vuelve azul hasta el día siguiente, cuando vuelve a ser blanca

La novela explora los laberintos de las conductas del dominador desde diferentes ángulos sociales, culturales, ideológicos y económicos, de modo tal, que es posible establecer relaciones entre la vida privada y la vida pública de dos hombres enlazados en formas corruptas de comportamiento social: el padre deCintia no sólo resulta ser un adulto golpeador, sino que esta conducta se prolonga en su falta de ética como ciudadano del pueblo. El intendente, caracterizado como el tipo de funcionario inescrupuloso, violador de las normas existentes para la comunidad, es el ordenador natural para esta clase de padres...



. Esta profunda lectura ética y política que se traslada al seno de la familia, compone un cuadro de apertura a una problemática que hoy ocupa en la investigación y la denuncia, a diferentes profesionales del campo jurídico y de los Organismos de Derechos Humanos.


(*) “La casita azul”, la novela de la autora juninense Sandra Comino -publicada en 2001 (recibió el Premio Iberoamericano en la La Habana, Cuba)-

Narradores y Cuentacuentos: Entrevista a la Narradora "Seño Norma"

  -¿Cómo y cuándo descubriste que tu destino estaba ligado a la transmisión de la cultura a través de la oralidad? Desde pequeña me encant...