Hoy 24 de Marzo de 2021, no es una fecha más, los argentinos hemos convertido esta fecha en un hito sobre la MEMORIA, LA VERDAD Y LA JUSTICIA..., para que NUNCA MÁS, las oscuras noches de la Dictadura nos vuelvan a arrebatar a nuestros hermanos, a nuestros amigos, nos vuelva a robar nuestras lecturas, nuestros libros, nuestros autores.
Por eso hoy, EL HORMIGUERO LECTOR, nos trae desde la pluma del Dr. Marcelo Bianchi Bustos, este artículo homenaje a uno de los Hacedores de nuestras Letras, cuya voz fue acallada por la decisión de los usurpadores de derechos y libertades. El HORMIGUERO LECTOR rinde homenaje a una de las grandes plumas de las letras comprometidas al creador y militante social: ALVARO YUNQUE, en la figura de él, a todos los compañeros detenidos, desaparecidos, censurados, obligados al exilio y al dolor. Es nuestro compromiso con la MEMORIA, LA VERDAD Y LA JUSTICIA.... decir desde lo más profundo: NUNCA MÁS....!!! NUNCA MÁS...!!!
Marcelo Bianchi Bustos (*)
Cuando
se hace referencia a la censura y prohibición de libros durante la última
Dictadura Cívico – Militar se cae siempre en los mismos nombres de libros y de
autores. Al nombrar a un conjunto pequeño de obras, muchos títulos y autores quedan
invisibilizados y terminan sufriendo el olvido al quedar excluidos del canon
literario de obra que sufrieron la censura. Hoy les propongo hacer el recorrido
por la vida de un escritor y de un libro que tal vez muchos no conozcan pero
que también formó parte de ese terrible listado de libros prohibidos, Niños de hoy de Álvaro Yunque.
El autor y la obra
Arístides
Gandolfi Herrero era el verdadero nombre de Álvaro Yunque. Nació el 20 de junio
de 1889 en la ciudad de La Plata. En 1901 ingreso al Colegio Nacional Central y
en 1908 se matricula en la Universidad de Buenos Aires para cursar en la
facultad de Ciencias Exactas y Naturales, carrera de la que no llega a
graduarse pues abandona para dedicarse al mundo de las letras.
Colaboró
en el diario La Protesta de tendencia
anarquista y dirigió la sección literaria del periódico socialista La Vanguardia que fue fundado en 1894
por Juan B. Justo. Fue director de la Revista
Rumbo que apareció en 1935. Colaboró con distintos revistas, entre ellas Caras
y Caretas.
En
la Buenos Ares de la década del 20 había dos grupos de intelectuales que eran
contrarios desde sus planteos estéticos en torno a la literatura y el arte, y
las temáticas que trataban: por un lado el Grupo de Florida (con la figura de
Borges y Conrado Nalé Roxlo, entre otros) y por el otro el de Boedo. Yunque
formó parte de este último, en el que estuvieron también Leónidas Barletta,
Elías Castelnuovo, Raúl González Tuñón, Roberto Mariani, Nicolás Olivari,
Alberto Pinetta, Gerardo Pisarello, Gustavo Riccio, César Tiempo, Juan Carlos
Mauri y Enrique Amorim. Además formaron parte del grupo los músicos Cátulo
Castillo, Homero Manzi, Juan Francisco Giacobbe, José González Castillo, Pedro
Laurenz, Pedro Maffia y Sebastián Piana. Si bien algunos críticos intentan
decir que no hubo diferencias entre ambos grupos, el propio Yunque en un
escrito diferenció lo que era uno y otro grupo:”Boedo era la calle, Florida la torre de Marfil”.
Con
esa metáfora de la calle intenta demostrar que a estos jóvenes intelectuales
les preocupaban los temas cotidianos que muchas veces eran despreciados por los
altos círculos de poetas. Esto puede observarse en la siguiente poesía en al
que le da una importancia particular al pueblo pero no como una masa sino como
hacedor de la historia:
Todo pasa
Todo pasa: Glorias, muertes,
revoluciones, miserias,
líderes, credos, proclamas,
martirios, héroes, poetas,
odios, fracasos, victorias,
fes, entusiasmos, ideas,
desolaciones, tiranos,
hazañas, cruces, banderas,
maquinarias, tradiciones,
gritos, puños, sables, fechas,
ruegos, himnos... ¡Todo pasa!
Todo pasa, el pueblo queda.
Entre
sus primeras obras se encuentran los libros de cuentos Zancadillas y Barcos de Papel
que fue premiado por la Municipalidad de Buenos Aires. También en 1924 publica
su libro de poesía Versos de la calle
que le vale una crítica excelente por parte de Roberto J. Payró que es
publicada en La Nación.
Con
su estilo claro y sus temáticas sociales, comenzó a ganarse un lugar dentro de
los círculos de escritores. Esto lo llevó a formar parte del libro Exposición de la actual poesía argentina (1922
– 1927) organizado por Pedro Juan Vignale y Cesar Tiempo, en el que el
propio Yunque se presenta, tal como se puede observar en la siguiente
imagen:
Es
un escritor que posee una gran interioridad y que lo aquejan los conflictos
sociales y políticos. Parte de ese mundo interior se vislumbra en la carta/poesía
que recibió Roberto Giusti que se encuentra depositada en la Academia Argentina
de Letras en la que intenta responder a la pregunta ¿Qué es Dios?:
Él
era un poeta del pueblo y le preocupaban los temas grandes y pequeños, nada
quedaba fuera de su perspectiva. Y fue desde ese lugar que escribió para los
adultos pero fundamentalmente para adolescentes y niños. Temas que para otros
escritores pasaban desapercibidos, para él tenían una importancia especial.
Esto lo demuestra por ejemplo en el siguiente prólogo:
“Dedico este libro:
A la memoria inolvidable del Mono Pancho, inteligente
“enfant terrible”, enjaulado en el Jardín Zoológico de Buenos Aires.
Su vida fue ejemplar: trabajó encendiendo de felicidad
millares de infantiles pechos.
Murió llorado por diez generaciones de pibes.
Pocos seres humanos obtendrán esta apoteosis.
Bien merece este recuerdo de su emocionado admirador,
ALVARO YUNQUE”
El
texto muestra la sensibilidad del artista que se ocupa de un animal, nada menos
que un mono del jardín zoológico. Lo que para muchos podría ser algo sin
importancia para él y los niños que lo recordaban no era así. Tal es la
importancia que aparece en mayúscula, no es cualquiera, es el Mono Pancho. Por
momentos el tono melancólico lleva a pensar en las Palabras al caballito de la noria de José Pedroni.
Las
palabras de un contemporáneo, César tiempo, sirven para pensar en su obra y su
significado: “La obra de Yunque, celosa y
poderosa, cuyo exceso de ternura es una extravasación de su voluntad de amor,
no tiene rivales en nuestra literatura. Sus libros son testimonio de una
inteligencia que indaga la vida y se conmueve ante el destino humano”
(César Tiempo, 1979).
Es
su contexto y sus vivencias, sumadas a su sensibilidad y su perspectiva
ideológica, lo que lo lleva a ocuparse de las víctimas más inocentes de la violencia, la desigualdad social y la
injusticia, los chicos de los barrios, los niños de la calle que se convierten
en protagonistas de sus historias (Vergara Bertiche, 2020). Es por eso que
llega a escribir con sencillez el siguiente poema:
REGALO
Este chiquillo pobre nunca tuvo un juguete;
pero él, contento, juega: De un tacho hace un tambor,
de su puño en la boca la más clara corneta
y de unos diarios viejos un saltarín balón…
¡Si la naturaleza, más buena que los hombres,
le hizo el regalo de una linda imaginación!”
De
su palabra exquisita salieron pensamientos como este:
“Niños, el mundo no es perfecto, niños.
Y por eso vosotros habéis nacido.
¡Nacisteis, niños,
para hacer lo que nosotros
Hombres, no hicimos”.
En
1960 la Academia Argentina del Lunfardo lo designa como Académico de Número
debido a sus investigaciones y grandes aportes al lenguaje, entre ellos el
libro La poesía Dialectal Porteña.
Algunos
de sus títulos publicados son: Versos de la calle, Los cínicos, Barcos de papel
(1926), Zancadillas (1926), Tatetí. Otros barcos de papel. Cuentos de niños, Barrett.
Ensayo sobre su vida y su obra, Jauja. Otros barcos de papel (1928), Descubrimiento
del hijo (1931), Poemas gringos (1932), 13 años. El andador (1935), Bichofeo.
Escenas para la vida de una sirvienta de 10 años, Nudo corredizo, Poncho (1938),
La literatura social en la Argentina (1941), Poetas sociales en la Argentina
(1943), Alem, el hombre de la multitud (1945), Ta-te-ti. Antología poética
(1924-1949) (1949), Poesía gauchesca y nativista rioplatense (selección y
notas) (1952), Calfucurá. La conquista de las pampas (1956), Bichofeo;
muchachos pobres (1957), Los muchachos del sur (1957), La barra de siete ombúes
(1959), Breve historia de los argentinos (1960), Ondulante y diverso (1967), Gorriones
de Buenos Aires (1972) y Niños de hoy.
El libro Niños de hoy
Fue
publicado en 1974 por la Editorial Plus Ultra como parte de la Colección
Juvenil. Contaba con el diseño gráfico de Julia Díaz. Está formado por diez
cuentos: “Niños de América”, “Examen de aritmética”, “Insuficiente”, “La madre
y la mamá”, “El primer sueldo”, “Cumpleaños”, “La insignificante”, “Los negocios
son los negocios”, “Niños grandes” y “Quince años”. Cada uno de estos cuentos
comienza con un párrafo o frase escritos por Karl Marx, François Fenelon,
Michel de Montaigne, el escritor y militante comunista Henri Barbusse, el
filósofo Bertrand Russell, Cholmon Deley, etc. que poseen relación con esa
obra.
Los
cuentos que lo componen presentan a niños y jóvenes con las más diversas
características:
·
Son
políticamente incorrectos, se comportan mal, mienten y no se sienten mal por
ello sino que caen en una lógica de la mentira para ir cubriendo travesuras de
niños, tal como sucede en el cuento “Niño de hoy”.
·
Engañan
al docente y al director de la escuela al copiarse en un examen con un
“machete” y el que los delata es visto como un traidor, como puede leerse en
“Examen de aritmética”.
Pero
también se muestra que:
·
Las
niñas sufren cuando no les permiten estudiar para trabajar y más allá del dolor
que le causa, la maestra no puede cambiar el destino, en el cuento
“Insuficiente”. Se evidencia la impotencia que posee la maestra al no poder
brindar su ayudar a una niña que es obligada a trabajar.
·
Las
niñas pueden ser víctimas del pasado y las madres las maltratan proyectando los
problemas que tenían con su padre. Frente a esta realidad, la protagonista del
cuento, Maximiana, hace una diferencia entre las palabras madre y mamá,
mientras que con la primera palabra se designa a la mujer que la ha engendrado
pero que permanece distante y no le manifiesta cariño, con la segunda, mamá, se
designa a quien le muestra a su hija en todo momento el amor.
En
los cuentos se evidencia el tratamiento de temas complejos en donde no existe
el final feliz. Los cuentos son realistas y muestran sin tapujos la realidad
que le toca vivir a los niños pobres que son golpeados, que mienten, que
sufren, etc. Ese contrato mimético con la realidad le sirve para mostrar su
punto de vista como autor y enmarcar estas historias dentro de lo que él
denomina la literatura social. A
diferencia de lo que muchos críticos han dicho (por ejemplo Prieto, 1964) para
quienes la producción del grupo de Boedo era carente de aciertos literarios con
grandes problemas gramaticales y ortográficos, tildándola de escritura
“plebeya” (Oliveto) considero que el hecho de ocuparse de temáticas sociales no
le quita valores literarios y estéticos a la obra de Yunque, hecho que se puede
evidenciar con las excelentes descripciones que hace de los personajes y de las
situaciones. Al denunciar poniendo en
palabras lo que le ocurre a los sujetos comunes de la historia demuestra que el
lugar del escritor es estar entre los que sufren y los que algún día cambiarán
el mundo.
Hoy
la literatura infantil y juvenil tomó otros caminos pero sin embargo es
importante considerar una pregunta que se hace el especialista en Literatura
Infantil y juvenil Marc Soriano: “¿Puede desinteresarse la literatura infantil
de esta violencia que soportan millones de niños? De ser así, estaría
abandonando su vocación universal y dirigiéndose sólo –so pretexto de que su
vocación es lúdica– a los hijos de las clases privilegiadas y protegidas”
(Soriano, 1995).
La censura
La
imagen habla por sí sola. Como sabemos en 1976 se inicia una etapa oscura
magistralmente descripta por Rodolfo Walsh en su Carta abierta e investigada
por tantas cantidad de estudiosos del mundo en la que los asesinatos, las
violaciones a los derechos humanos, la censura, la prohibición de libros
comienzan a ser moneda corriente.
En
una nota del Diario La Nación del 29 de agosto de 1978 se menciona que los
considerandos del Decreto 1937/78 del Poder Ejecutivo Nacional establecen que
con la obra de Yunque se agravia a la institución familiar y a los valores que
se transmiten en ella. La decisión del gobierno nacional tenía por propósito
preservar la tradición nacional y los valores de la moral cristiana que son
cuestionados en el libro. Si bien aquí se hace referencia solo al libro que nos
ocupa, la prohibición se extendió a toda la obra del escritor.
Hay
un hecho que hace referencia a la importancia de este escritor y tiene que ver
con un acto valiente de la Sociedad Argentina de Escritores que lo premió con
la Faja de Honor en el año 1979 estando prohibido.
Álvaro
Yunque muere en 1982 siendo un autor censurado. Fue recién en 1985 que se
reedita un libro suyo y vuelve a salir a la luz.
Para cerrar…
Hoy
24 de marzo es un aniversario más del golpe de estado de 1976 y del comienzo de
esa dictadura atroz que dejó 30.000 desaparecidos y el recuerdo de la más
terrible de las épocas que vivió la Argentina. Así como los genocidas mataron y
desaparecieron miles de personas, también censuraron e intentaron hacer morir
en vida a gran cantidad de intelectuales por medio del silencio pero sin
embargo todos esos ideales sobrevivieron. Hoy como homenaje a esos escritores
que fueron silenciados sería hermoso tomar alguno de sus libros y leerlos en
voz bien alta, en oposición a los años en los que no pudieron habitar los
espacios y debieron estar guardados.
Nada
mejor para cerrar este artículo que retomar cuatro coplas de Álvaro Yunque
publicadas en su libro La voz de hombre
que constituye una especie de llamamiento para todos los que vivimos y tenemos
el deber ético, cívico y moral de recordar para que esto no ocurra NUNCA MAS:
Yo, con harina de
ideas
y levadura de
imágenes
amaso pan: Es mi
estética.
Antes de morir, la
rama
-¡costumbre de
florecer!-
da su última flor: la
llama.
¿Que el silencio es
oro? Sea.
Sea, aunque más que
el silencio,
vale una palabra
buena.
La verdad es una
hoguera...
¿Puedes dejar que se
apague
siendo, como eres,
leña?
Referencias
César
Tiempo (1979). “Álvaro Yunque” en Clarín,
Suplemento Cultura y nación el 21 de
junio de 1979.
Oliveto,
Mariano (s/f). La lengua literaria en la
Argentina de 1920. Buenos Aires: Teseo Press. Disponible en: https://www.teseopress.com/lengua
Prieto,
Adolfo (1964). Antología de Boedo y
Florida. Córdoba: Universidad
Nacional
de Córdoba.
Ramb,
Ana María (2013). Antología de cuentos.
Buenos Aires: Desde la gente.
Soriano,
Marc (1995). La literatura para niños y jóvenes. Guía de exploración de sus
grandes temas. Buenos Aires: Colihue.
Vergara
Bertiche, Osvaldo (2020). “Álvaro Yunque. La parca lo encontró silenciado” en: Desde Boedo, Ciudad de Buenos Aires, 8
de enero de 2020. Disponible en: https://www.periodicodesdeboedo.com.ar/alvaro-yunque-la-parca-lo-encontro-silenciado/
(*) Profesor del Instituto Superior del Profesorado de Educación Inicial “Sara C. de Eccleston, Vicepresidente de la Academia de Literatura Infantil y Juvenil y Director del Departamento de Literatura Infantil del ILCH ,