-¿Cómo y cuándo descubriste que tu destino estaba ligado a
la transmisión de la cultura a través de la oralidad?
De niña me acunaron con cuentos : leídos, contados, cantados, actuados.
Criada en una familia
de actores , directores, docente y dramaturgo , fui a la escuela de arte en la
que estudié teatro, danza clásica, moderna, música, instrumentación, flauta
dulce, percusión, títeres, pintura y escultura y títeres .
Cada expresión artística implicaba un relato. Con cada
lenguaje construía historias.
Más que un descubrimiento
fue una necesidad
Todo contaba historias. En todo armaba historias.
Mi necesidad siguió
creciendo a medida que yo lo hacía.
Comencé mi carrera como actriz profesional a los 11 años . Así conté historias elaborando y
habitando personajes.
Así pasaba el tiempo. Siendo más grande también ejercí mi
trabajo docente en primaria y como profesora de teatro para niños y
adolescentes. Habité otros modos de contar y transmitir educación y cultura . Posteriormente
trabajé difundiendo y haciendo gustar la literaratura en inicial, primaria,
secundaria y terciaria en un proyecto mío llamado” Biblioteca Viva” en el
Normal Superior Número 7.
La oralidad es la
herramienta primera con la que se nos transmite todo. También la gestualidad.
He dado clases enteras sin hablar , sólo con los gestos .
Mis abuelos me transmitieron cultura a través de historias y
de canciones.
Y yo lo sigo haciendo.
¿Con quién aprendiste a narrar?
Primero con mi madre, Marta Gam. Ella fue mi primera
profesora de teatro en la escuela de arte del teatro IFT.
Luego hice seminarios con diferentes maestros /as de la
narración.
Mis grandes maestros fueron los propios narradores y
narradoras que me deleitaban desde mi niñez.
¿Narrás para niños y adultos? En caso afirmativo ¿Cuál es la
diferencia?
Narro para la gente.
La diferencia está en los textos que abordo para cada edad.
Nunca en las formas. Para los/as niños/as
soy tan lúdica como para los “ mayores”.
¿Tu principal defecto? ¿Tu mayor virtud? (como narradora)
¿Es un defecto ser meticulosa en la búsqueda de textos, de
historias para narrar? ¿ Es una virtud disfrutar con cuerpo y alma de lo que
hago?
Imagino que he de tener defectos y virtudes como toda
persona. Nunca me detuve a analizarlos. Yo me entrego al oyente, le regalo lo
mejor de mí en la transmisión de la historia que relato o del personaje que
encaro.
-¿Cómo seleccionas tu repertorio?
Primero, me tiene que gustar. Leo mucho, me divierto
buscando material y si me atrapa, lo tomo para mi repertorio.
Me ha sucedido que encontré textos que los críticos habían
descartado sugiriendo que eran malos o simples o que no se entendían y, de
pronto , los dí vuelta , sin modificarlos, imprimiéndoles una impronta diferente.
Me gustan los desafíos, marcar la diferencia, buscar los subtextos y las
intenciones sugeridas pero no
explicitadas. Me gusta jugar y crear sobre lo creado.
-¿Qué historias no debería desconocer ningún niño?
Aquellas que tienen que ver con sus orígenes, con sus
ancestros.
Si esas historias atrapan y gustan, por añadidura aparecerá
la necesidad de los clásicos.
Creo que la respuesta correcta a esa pregunta , desde mi
visión sería: todas las historias que sea capaz de disfrutar .
¿Cuál fue el primer cuento que narraste en público?
Fue un texto mío que hablaba de la necesidad que tiene una
persona de vivir el arte.
Luego los clásicos y durante mucho tiempo preferí a mis
colegas autores y autoras argentinos/as.
Recuerdo , de adolescente, con guitarra en mano, después de
haber terminado mi participación en un festival artístico, la figura principal
no había llegado .Detrás del escenario me dijeron que alargara, que no saliera
de escena.
No me amedrenté y en vez de interpretar otra canción (
porque las que me quedaban por cantar pertenecían al repertorio de esa cantante)
comencé a contar la vida de un juglar que iba de pueblo en pueblo contando
historias. Allí fui mechando poemas satíricos de Francisco de Quevedo mezclados
con otros de autores anónimos, otros de Federico García Lorca y concluí ,
cuando me dijeron que ya había llegado “ la Negra”, con un poema de Armando
Tejada Gómez. ( mezcla rara , ¿no es verdad? Pero les aseguro que gustó mucho)
Te convocan frecuentemente a realizar narraciones en las escuelas
¿Qué le piden los maestros a un espectáculo de narración? ¿Qué valorizan los
chicos?
Generalmente los/as
maestros /as piden que les narre cuentos del autor o autora que están
trabajando. No lo descarto, lo hago pero agrego más narraciones probablemente
de otros autores o autoras.
Los chicos valorizan la entrega, que el narrador /ora no
cuente” pour la galerie”, valoran su compromiso y que disfrute de lo que está haciendo y se los
transmita.
Es muy importante
para mi tener una lectura del grupo de niños/as que están escuchando para saber
qué necesitan y cómo puedo hacerlo . La narración tiene magia porque en ella se
brinda cariño.
-¿Cómo describirías el panorama actual de la narración oral
en Argentina?
La Argentina tiene excelentes narradores y narradoras. Hay
un campo vasto para contar historias. Debería haber escenarios en las plazas,
convocar a todos /as y cada uno/a de los narradores /as para que eleven historias a los oídos de cada quien . Creo que todavía no se han
dado cuenta de que el narrador es un cofre de tesoros.
-¿Se puede vivir en nuestro país siendo cuentacuentos?
Depende. Sobre eso no se puede generalizar. Hay quienes lo
hacen sólo por gusto y otros lo toman como trabajo. Falta, todavía, darle al
narrador más posibilidades .
-¿Qué público te demanda mayor esfuerzo a la hora de narrar?
¿El público infantil o el público adulto?
¿Esfuerzo? Es un gran gusto contar.
Los niños son muy directos: si les gusta, se quedan y
escuchan. Si les disgusta no atienden.
¿ Hay alguna diferencia con los adultos? Ustedes dirán.
Silvia Gam es una exponente acabada de la jnteligencia puesta al servicio del desarrollo de la imaginacion y el conocimiento de ninos
ResponderBorrary adlescentea. La originalidad de sus textos el calido encuentro personal entre narrador y oyente constituye una experiencia significativa e inolvidable para los adultos
Lucila Agnese
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