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lunes, 8 de abril de 2024

Recorriendo los senderos de la literatura infantil y juvenil de nuestra Patria Grande: La LIJ en el Paraguay. (I)

 



Por César González Páez (*)

La literatura para niños no es un género menor

La narrativa y poesía para niños en Paraguay han sido cultivadas en numerosas obras y hoy gozan de una madurez envidiable.

La literatura infantil inunda las librerías locales e internacionales

Hay obras tradicionales dirigidas al público infantil, algunas se mantienen con el correr de los años porque no dejan de ser solicitadas, incluso como apoyo de lectura para las escuelas. Pero estaba claro que con el tiempo los pequeños lectores se pondrían cada vez más exigentes y ahora reclaman más diversidad de temas, que las puntuales fechas patrióticas o los deberes familiares y la enseñanza de valores, como la honradez, la valentía, decir la verdad, etc.

Es decir, todos esos temas aparecen en historias más complejas, como la saga de Harry Potter de J. K. Rowling, o Kika la Superbruja, del escritor alemán Knister. El tema de los hechizos y de la magia es como un imán que atrae a los niños, y si a ello se agregan episodios que ponen a prueba al personaje, el interés se duplica aún más. El caso de Kika es para tener en cuenta, pues son las aventuras de una niña que no es una saga como Harry Potter, a quien lo vemos crecer en las distintas entregas. El personaje de Knister es siempre la niña y ha vendido desde la década del noventa, 17 millones de ejemplares.

Para las editoriales obviamente no es un género menor, como era considerado antes, que los niños debían leer libritos con apuntes pedagógicos, dejando de lado muchas veces el sabor de la aventura. Que es allí donde se genera la imaginación infantil y la aportación de dibujos enriquece aún más ese motor del interés.

Los antecedentes

 

En Paraguay tenemos a una pionera en esto de hacer literatura para niños, María Artecona de Thompson (1927-2003), quien ya en la década del sesenta publicó poemas dirigidos al público infantil en Viaje al país de las campanas, al que seguirían El sueño heroico (1963), Canción para dormir una rosa (1964), Cartas al señor sol (1966) y El canto a oscuras (1986). Un detalle interesante es que en 1992 publicó Antología de literatura infanto-juvenil del Paraguay. También podemos citar a Nidia Romero de Sanabria. Su producción literaria incluye varias colecciones de cuentos infantiles como Tardecita con alas (1979), Tierra en la piel (1984), La gran velada (1985) y Cascada de sueños (1986), una antología de seis obras teatrales para niños. Esta autora fue cofundadora de la primera Asociación de Literatura Infanto-Juvenil del Paraguay, en 1989. Luego sigue una lista de autores locales que si bien han escrito obras para niños no han sido lo constante en su producción. Entre ellos se destacan principalmente Augusto Roa Bastos con Los juegos de Carolina y Gaspar I y II y El pollito de fuego. También Josefina Plá con textos como Los olvidos de Villaolvidos y Los pensamientos de Villapienso.

 


La actualidad

 

En la antología Literatura infanto-juvenil paraguaya de ayer y de hoy, de Teresa Méndez-Faith, editado por Intercontinental en dos tomos, se pueden leer nombres de autores que en los últimos años han dedicado obras para los lectores de este segmento editorial.

Allí se encuentran obras de, aparte de los citados, por ejemplo: Feliciano Acosta con Yvy Sapukái (El grito de la tierra); Jeu Azarru, Alicia y los universos alternativos; Maribel Barreto, El gigante del cerro; Chiquita Barreto, La niña que abrió el cielo; María Irma Betzel, La búsqueda; Augusto Casola, Las gemelas y el caballero enamorado; Félix de Guarania, El espantapájaros que se hizo amigo de los pájaros (versión en castellano y guaraní; Susy Delgado, Cacho, Necho y un paseo por un país invisible. También Méndez-Faith cita a María Eugenia Garay, con Duendes viajando en un rayo de luz; Milia Gayoso, Vamos a bailar bajo la lluvia; Alejandro Hernández y von Eckstein, El aprendiz de brujo y el hada, entre muchos otros.

Por suerte, una lista extensa de autores se suman a esta disciplina de crear maravillas para contar a lectores que ingresan por primera vez a las páginas de un libro. Aquí encontramos los temas míticos, algunas leyendas guaraníes.


(*) extracto artículo aparecido en Ültima Hora (Paraguay)

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