por
María Cristina Alonso
La mayoría de
los libros álbum cruzan el límite del realismo de tal manera que permiten que
lo extraordinario y hasta lo innombrable aparezca en ellos con cierta
regularidad. Y, además, el hecho de que utiliza dos códigos, palabras e
imágenes, quedan abiertos a múltiples lecturas e interpretaciones. Como lo
señala Teresa Colomer[1], el
libro álbum aborda temas que suponen un desafío a las convenciones sobre
lo que los niños son capaces de interpretar a causa de la riqueza de mensajes
implícitos que han incorporado e incluso, de su apelación a una experiencia
adulta.
La autora
integral Isol Misenta en
“Cosas que pasan” (Isol, FCE, 1998) incluye hay una voz narradora que enuncia
una posibilidad en una página y la niega
en la siguiente a través de la imagen y el texto:
En este libro álbum, la niña protagonista expresa deseos que no
puede cumplir (ni ser más alta, ni cantar como un pájaro, ni tener los ojos
verdes) hasta que aparece un genio con
un catálogo de deseos y le dice que puede pedir uno por ser la que más ha
pedido deseos en el mes. La niña duda y pide “todo”, deseo que no está en el
catálogo. El genio le concede a cambio un conejo gris. Como en casi todas las
historias de Isol, no hay un final, siempre es posible imaginar otra historia:
La historia, como en otras de la misma
autora, presenta una desestabilización de los mandatos sociales de belleza
(tener los ojos verdes, el pelo lacio, ser alta) e incluye intertextos que
vienen de los cuentos tradicionales (la aparición del genio que cumple deseos
como en Aladino, el conejo gris que remite a Alicia en el país de las
maravillas) y de la publicidad (el genio tiene un catálogo de deseos, la niña
ha cumplido la cuota de pedidos del mes). Discursos que deconstruyen la idea
habitual del género “relato para niños” poniendo en tensión los modos de
percibir lo cotidiano.
Marjolaine Lerayen en Una Caperucita Roja (Océano Travesía,
2009), plantea también un desajuste entre el relato tradicional de los hermanos
Grimm o Perrault y le pone el peso de la acción desbastadora en la niña que es
más fuerte que el lobo porque es más inteligente. Una versión posmoderna del clásico infantil
que Perrualt pensara como advertencia a las mujeres para que se cuiden de la
ferocidad de los varones. Esta nueva Caperucita se narra sin escenarios, en
fondo blanco con unas pocas líneas para señalar espacios. La niña y el lobo en
dos colores, rojo y negro que los representa. Y lo
disruptivo en este libro álbum es que el final, en lugar de que el lobo coma a
Caperucita es la niña la que destruye su moral diciéndole que tiene mal aliento
y dándole un caramelo mortal.
La misma autora se pregunta si Una Caperucita Roja es para niños o para adultos, y se responde: “Esta es una buena pregunta. Yo no sé
realmente. No pensé en los lectores cuando escribí esta historia. Además, yo no
sabía que iba a ser publicada algún día. Sólo traté de expresar de una manera
divertida, la visión que tenía de este cuento. La información que tengo ahora
es que el final es lo suficientemente abierto, que hay muchas interpretaciones
posibles de acuerdo a las diferentes edades. Y los dibujos son lo
suficientemente simples para atraer a un público muy joven. Yo también creo que
se puede hablar con los niños sin hacerlo todo dulce, pero manteniendo un
lenguaje accesible. Pero, a veces, me encuentro con padres más sorprendidos por
el final de mi historia que sus hijos”.[2]
. Temas sombríos en libros para niños
No
hay temas tabúes para los libros álbum . Tampoco la muerte y la violencia porque,
como señala Mariano Kairuz “la violencia
y la muerte “están en nuestras vidas desde chicos y
lógicamente forman parte de los relatos que nos rodean desde que nacemos. Lo
que diferencia una historia destinada a los chicos de una pensada para el
público adulto es cómo se abordan esos mismos temas”. Los libros álbum
son textos inquietantes y disruptivos.
Sendak, el autor ya citado de Donde
viven los monstruos, dice en un reportaje
que a los chicos hay que decirles todo. “Diles todo lo que quieras. Si es verdad, dícelo”. Para él, “no hay verdaderas distinciones entre la
infancia y el resto de nuestras vidas”. "Me niego a mentirles a los niños", afirma Sendak. "Me niego a atender la mentira de la inocencia".[3]
Cuando Sendak recibió la medalla de la asociación de libreros
en 1964 por su libro Donde viven los monstruos explicó que la
clave de su obra estaba en la fantasía que le servía como arma para enfrentarse
a todos los demonios y en la necesidad
de revelar la infancia con toda honestidad y crudeza.
Fanuel Hanán Díaz
(2015() sostiene en su ensayo Variaciones
sobre el tratamiento del tema de la muerte en la literatura infantil:
“La muerte ha sido en la literatura infantil la gran ausente,
la eludida, la disfrazada. Es difícil encontrar textos que aborden con naturalidad
esa problemática. Detrás de ese fenómeno se esconde la sombra de una actitud
sobreprotectora hacia la infancia, un celo de adulto que todavía no ha
solventado su propio enfrentamiento con esta experiencia.”
El pato y la muerte de Wolf
Erlbruch
(Bárbara Fiore,2007) aborda el tema de la muerte a través de un diálogo
entre Pato y Muerte. Una conversación que plantea todos los interrogantes a los
que los humanos no encontramos respuestas.
No se dan respuestas porque no existen y son trasladadas al
lector. Un pato que está llegando al final de su vida descubre que alguien lo
sigue, es la muerte que el ilustrador ha personificado como un esqueleto. “¿Quién eres?”, le pregunta. “Ah, por fin te diste por aludido. Soy la
muerte y he venido a buscarte” -le contesta la muerte.
Lo
que sigue son austeras ilustraciones sombrías y sencillas para que los diálogos
cobren real importancia.
Pato y Muerte estrechan lazos y comparten algunas
experiencias: van al estanque, se suben a los árboles hasta que llega el día en
que Pato siente frío y muere. La muerte lo despide con una flor roja y la vida
sigue.
Quienes estudian y analizan a la LIJ
sostienen que la muerte debe ser trabajada en los libros para niños y que, en
palabras de Hanán Díaz “los libros de este tipo no deben focalizarse en un solo
momento narrativo. La muerte de un ser querido es un proceso que afecta a los
deudos en tres etapas: el duelo, la aceptación y el recuerdo”.
Por lo tanto vamos a abordar otro tipo de
temáticas vinculadas a la muerte en contextos políticos de estados represores.
Camino a casa, de Jairo Buitrago (texto) y Rafael Yorkteng (ilus.) (México : FCE, 2008)
aborda el tema de la ausencia del padre. Una niña le pide a un melenudo león
que la acompañe de regreso de la escuela hacia su casa, en la periferia de la
ciudad. En ese recorrido reconocemos los rasgos de cualquier ciudad latinoamericana. No lo dicen
las palabras pero sí las imágenes: vendedores ambulantes, gente que escarba en
la basura, una anciana que necesita ayuda y muchas
casas agrietadas que acentúan la marginalidad y el abandono
El libro se puede leer como una alegoría política o como una
simple historia. La niña, acompañada por el león compra alimentos, va a buscar
a su hermanito, cocina mientras espera a la madre y, cuando esta llega, despide
al león: “Puedes irte de nuevo, si
quieres pero vuelve cuando te lo pida”.
Sólo con la imagen descubrimos que el padre ha muerto, lo
vemos cuando la familia duerme, en la foto del porta retrato aparece el padre
con una melena similar a la del león, y en la pila de periódicos junto a la
mesa de luz, un titular nos informan en qué circunstancia ha muerto el padre:
es uno de los desaparecidos del Palacio de justicia en 1985, en Colombia,
después de la toma del M19.
Dice Buitrago en una
entrevista[4]
que “al
escribir libros también uno tiene su posición política, su posición sobre los
temas sociales que lo afectan. Colombia, México y Argentina tienen una historia
dolorosa de trasfondo, como muchos países latinoamericanos. Chile
particularmente con la dictadura; Colombia con un conflicto armado que generó
muchísima represión y México, pues que la historia ya la conocemos: años y años
de represión política a muchos sectores.”
Y
refiriéndose a Camino a casa: “De lo que yo
quería hablar era de la desaparición de alguien, forzada o no, pero la
desaparición de algo. Las ilustraciones tienen ciertos guiños a algo un poco
más complejo político, pero son guiños adultos que los niños no tienen por qué
ver.”
En
este libro álbum el autor da cuenta de realidades vividas por muchos países
latinoamericanos, los abusos de poder, las injusticias, la opresión política.
Frente a ese panorama tan doloroso, la niña
protagonista es mostrada con toda la valentía que requiere sobreponerse -por
medio de la imaginación- a la dura tarea que lleva sobre sus hombros: hacer las
compras, encargarse de su hermanito y hacer las tareas de la casa.
La
muerte del padre ha ocasionado desplazamientos en la vida cotidiana.
“Siempre se
pensó en un libro infantil,- reflexiona Buitrago-a pesar de que el tema es muy duro. Veo en el libro-álbum una manera
muy completa de expresarme, que se asocia a la literatura infantil pero sin
estar ligado a la fantasía impuesta para niños; nunca he pensado que los temas
tabú se tengan que evitar, ni creo que los temas tabú existan para los niños”,.
Buitrago define al
libro álbum
Para terminar con
este recorrido anexamos esta definición de Jairo Buitrago sobre lo que él, un
creador de este tipo de libros, piensa sobre ellos:
“Yo
creo que los libros álbum son subversivos. Pondría de ejemplo a Janosh, que es
este escritor alemán que hizo personajes inolvidables y al mismo tiempo súper
transgresor. Su manera de narrar y dirigirse a los lectores jóvenes es muy
simple: si tú tienes que decir algo, pues lo dices de frente. Yo lo veo así. No
disfruto mucho el álbum que es muy elaborado. Sé que hay gente que colecciona
estos álbumes como objetos de arte y sé que a los niños presentarles un álbum
muy bonito estéticamente es su primer acercamiento al arte, pero al mismo
tiempo siento que les falta ese elemento transgresor, que digan cosas a los
niños.”
.
Bibliografía
- Lewis, David. (1999) "La constructividad del texto: El
libro-álbum y la metaficción", en El libro-álbum: invención y evolución de un género para niños (Caracas,
Banco del Libro,. Colección Parapara-Clave).
-Bajour, Cecilia y Carranza, Marcela: “El libro álbum en
Argentina”. En: Imaginaria, N°107, Buenos Aires, 23 de julio de 2003,
http://www.imaginaria.com.ar/10/7/libroalbum.htm
-Clase
5. Entrevista a Isol: La ilustración en la literatura
infantil. Diploma Superior en Culturas y narrativas para la infancia y la
juventud - Cohorte 1, FLACSO.
-Colomer,
T. (1998). La formación del lector literario, Madrid, Fundación Germán Sánchez
Ruipérez
-Colomer,
Teresa, (1996) El álbum y el texto, revista, Peonza, N° 39,
-De
Santis, Pablo. Clase 3. Las narrativas para niños y el género
fantástico. Diploma Superior en Culturas y narrativas para la infancia y la juventud - Cohorte 1, FLACSO.
fantástico. Diploma Superior en Culturas y narrativas para la infancia y la juventud - Cohorte 1, FLACSO.
-Díaz Rönner,
María Adela (2000) “Literatura infantil: ‘de menor a mayor’” en:
Jitrik,Noé Historia crítica de la
literatura argentina, Vol. 11: “La narración gana la partida”
-Hanán Díaz, Fanuel (2007). F. Leer y mirar el libro álbum
¿un género en construcción?. Bogotá: Norma,.
-Hanán Díaz, Fanuel, (2015) Temas
de literatura infantil. Aproximación al análisis del discurso para la infancia,
Buenos Aires, Lugar Editorial.
-Jitrik,Noé
(2000) Historia crítica de la literatura argentina, Vol. 11: “La narración gana
la partida
-Kairuz,
Mariano. Elogio de la oscuridad - Crecer es morir un poco.
Diploma Superior en Culturas y narrativas para la infancia y la juventud -
Cohorte 1, FLACSO.
[1] Colomer,
Teresa. « El álbum y el texto » Peonza 39 (1996) : 27-31.
[2] Un periodista en el bolsillo, http://www.unperiodistaenelbolsillo.com/la-caperucita-roja-de-marjolaine-leray/.
[3] Maurice
Sendak: Me niego a mentirle a
los niños The guardian, recuperado en https://www.theguardian.com/books/2011/oct/02/maurice-sendak-interview
[4] Recuperado en http://www.fundacionlafuente.cl/entrevista-a-jairo-buitrago/
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ResponderBorrarBecause hidden in these 12 words is a "secret signal" that triggers a man's impulse to love, admire and guard you with all his heart...
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