por María Cristina Alonso
En una silenciosa noche de cuarentena un docente graba
un breve poema o un microrrelato. Un chico o una chica de secundaria o un
estudiante de instituto de formación docente recibe el audio en el whatsapp, por
Facebook, o en alguna de las tantas
plataformas educativas que la emergencia ha potenciado. Y escucha. Y se siente
menos solo.
Los audios que comenzaron a circular el 27 de marzo y que
continúan día a día llevan el nombre del proyecto colectivo de un grupo de
profesorxs de Prácticas del Lenguaje y
Literatura de la Región 6 del conurbano bonaerense: Tus profes te leen.
Desde
el momento en que las ciudades comenzaron a quedar vacías y la gente se confinó
en sus hogares, la literatura empezó a circular de algún modo. Amigos que se
recomendaban libros, que compartían textos digitalizados, videoconferencias
para hablar, leer, comentar, recrear la literatura. Porque en toda situación
extrema -hoy pandemia pero, en ocasiones, guerras, migraciones, hambrunas- la
literatura es alimento. Bibliotecas subterráneas en Siria, programas de lectura
en comunidades de migrantes que desconocen el idioma del país en el que se han
refugiado, bibliotecas clandestinas de los campos nazis con dos o tres
ejemplares, poemas que se aprenden de memoria y luego se destruyen en
dictaduras. La palabra poética circula a pesar de todo, se esfuerza por darle
sentido al sinsentido del mundo.
Mucho se ha escrito sobre la
promoción de la lectura literaria, pero nadie -hasta este año- pensó cómo crear
comunidades de lectura cuando un virus imparable cambia la vida tal como la
conocíamos.
Y
entonces surge este proyecto que –desde hace más de cien días-envía audios a estudiantes
secundarios y terciarios. Audios que luego son replicados a amigos y parientes.
Nunca se sabe hacia dónde van las cometas cuando se echan a volar por el
espacio.
En
la primera etapa, Tus profes te leen: comunidades de lectura en tiempos de aislamiento
fueron audios que replicaron -en un circuito tan impredecible como misterioso-
la voz de autores consagrados. Un Cortázar que dice “Toco tu boca, con un dedo toco tu boca”, y Silvio Rodríguez que
proclama “Yo te quiero libre”. Un Galeano que escribe “Los presos políticos no pueden hablar
sin permiso, silbar, sonreír, cantar, caminar rápido ni saludar a otro preso”; Juarroz con “Palabras que me nombran. Pero todas las palabras me nombran cuando yo
sé escucharlas”. Y Pablo Bernasconi sosteniendo que “Las buenas ideas son mariposas
invisibles con las alas escritas”, justo en el mismo momento en que Liliana
Bodoc hace entrar al que “tiene mil
nombres, rostros, sombreros, al que entra su caballada a las ciudades y se
lleva la vida”.
Docentes
que echan mano a la poesía universal y la brindan a sus alumnos. Ya no tienen
aulas, pero la escuela se recrea de todos modos. Y la literatura comienza a
armar, de todas las maneras posibles, una trama de textos que tiende puentes en
un tiempo en el que, si no fuera por la palabra poética que da esperanza, solo
se tejerían incertidumbres.
Tus profes te leen se continúa con Tus
profes te leen lo que escriben, dado
que, entre los docentes que llevan a cabo este proyecto de la Dirección de
Formación Permanente de la Región 6, hay muchos poetas que también comparten su
poesía. Y acabará el año con Les estudiantes nos leen lo que escriben con los resultados del trabajo en las aulas con los proyectos llevados a cabo en los institutos de formación docente. Según
lxs profesores que han puesto en marcha el proyecto, este despliega un doble
movimiento: promueve la conformación de comunidades de lectura entre docentes y
estudiantes, y
reorganiza comunidades de prácticas entre
profesorxs con el objeto de interpelar, intervenir y transformar las prácticas
de enseñanza.
Carolina Seoane-formadora de Prácticas del Lenguaje (Nivel Secundario)
del
Equipo Técnico de la Región 6 de la Provincia de Buenos Aires, que coordina el proyecto junto con la Profesora Miriam Delsanto- cuenta cómo se fue gestando una comunidad lectora a partir de los audios y, luego, interactuando con los poetas que conforman el ciclo de poesía El Rayo Verde que funciona -en esta emergencia- desde la virtualidad, coordinado por el poeta Osvaldo Bossi.
Equipo Técnico de la Región 6 de la Provincia de Buenos Aires, que coordina el proyecto junto con la Profesora Miriam Delsanto- cuenta cómo se fue gestando una comunidad lectora a partir de los audios y, luego, interactuando con los poetas que conforman el ciclo de poesía El Rayo Verde que funciona -en esta emergencia- desde la virtualidad, coordinado por el poeta Osvaldo Bossi.
“La lectura de una
antología publicada por estos poetas, Hay que ocupar la vida en otra cosa,
y los audios diarios en los que los docentes leen poesía fueron trabajados como
parte del proyecto de lectura de poesía que se realiza en el Instituto de
Formación Docente y Técnica N° 52, de San Isidro. En el taller de Lectura,
escritura y oralidad del Profesorado de Primaria, los estudiantes escriben
poesía y participan del Festival Nacional de Poesía en la Escuela. La propuesta
fue elegir a un poeta que les hubiera gustado y contactarlo por las redes
sociales. Así se armaron redes de lectores en tiempo de pandemia”. Una forma de
hilar estas acciones fue, dice Carolina Seoane, la pregunta ¿cómo circula la
poesía en tiempos de cuarentena?
Una estudiante,
Karina, le escribe por mensaje privado al poeta Osvaldo
Bossi: “Me gustó el poema Todo termina (y cita un verso)Y sin embargo todo esto pasará. Y
quería agradecerte por regalarnos estos hermosos poemas que nos alegran y hacen
un mimo al alma.
Osvado Bossi
responde a Marche, otra alumna del instituto que ha comentado un poema suyo:
“La poesía no sólo es sueño, también es un gran despertador”. Martu le escribe
a Elena Anníbali, también integrante de El Rayo verde: “me encantó el poema que
se encuentra en Las madres remotas, “Cuestiones de poder”, sentí
que ese poema era parte de mí y de tantas chicas”.
La poeta
Elena Anníbali le contesta a Lucía, otra alumna del taller del Instituto de
Profesorado 52: “Me alegro de que tengas profes que dediquen su tiempo a
enseñar poesía. Creo que la poesía es una experiencia, una forma de
conocimiento del mundo, y socializar esa forma de conocimiento, es decir,
compartirlo con más gente, permite incorporar otras visiones de lo real”.
A partir de estos textos que
viajan en el año de la pandemia, “los docentes diseñan recorridos de lectura centrados en tópicos, problemáticas, autores y
procedimientos que buscan promover diversas experiencias estéticas, en el marco
de un intercambio sostenido entre esa nueva comunidad lectora que, entre
palabras, van inventando”.
Tus
profes te leen responde a esa pregunta inicial de ¿cómo
circula la poesía en tiempos de epidemia? Y empezó a tener respuesta a medida
que los audios comenzaron a abrirse paso en estos días raros. Desde el
conurbano bonaerense la poesía les pone voz a nuestras sensaciones. Dice Jimena
Busefi, docente de secundaria y también poeta: “El perfume de las hojas invade de
repente la oscuridad/ el aire, el abismo de mi hamaca de hilo/ que pende a esta
hora de un lugar sin tiempo/ y se mece al compás del canto de un grillo. /No
hay un alma en la calle/ solo una mujer fuma en una esquina/ parada en el agua
de las alcantarillas.”
Desde diversas tradiciones poéticas los textos leídos
proponen un encuentro que, no por virtual, es menos productivo. María Teresa
Andruetto ha dicho que la poesía siempre es entre dos: “Hay
quienes dicen que cuando escriben tratan de no leer para no contaminarse, yo me
siento absolutamente contaminada por la palabra de lxs otrxs, o más bien
totalmente pregnada, sobre todo por la palabra de las otras.” Eso ocurre en estas comunidades lectoras: se
lee, se escribe, se arma una urdimbre tejida con las palabras de todos.
Hermosa crónica. Gracias
ResponderBorrarFelicitaciones Miriam y Caro por este merecido reconocimiento a vuestro creativo proyecto de difusión de la palabra escrita en tiempos de parálisis cultural.
ResponderBorrarFelicitaciones!! Hermoso y necesario proyecto.
ResponderBorrarFelicitaciones!! Estoy orgullosa de ser parte del proyecto!!
ResponderBorrarExcelente iniciativa. Felicitaciones
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