Dr. Marcelo Bianchi Bustos
Instituto
Superior del Profesorado de Educación Inicial Sara C. de Eccleston – Academia
de Literatura Infantil y Juvenil – Instituto Literario y Cultural Hispánico
Porque es deber humano causar placer en vez de pena
José
Martí
La
Literatura Infantil y Juvenil de América tiene un gran pionero, el escritor
cubano, JOSÉ MARTÍ. Hoy, 19 de mayo es la
fecha del aniversario de su muerte ocurrida en 1895 en el campo de batalla. Fue
un escritor, un político, un estratega, un hombre con muchos ideales que
decidió luchar y morir heroicamente por su patria antes que quedarse frente a
alguna cátedra, para lo que le sobraba capacidad, impartiendo teoría. Su obra
es sumamente cuantiosa y comprende todo tipo de géneros pero son dos las
publicaciones que es necesario tener cuenta cuando se hace referencia a la
Literatura Infantil, Ismaelillo y La Edad de Oro.
Las
dos obras son una muestra, no solo de la producción intelectual de Martí sino
de lo que es capaz de crearse en
Hispanoamérica. Son el germen de una literatura que si bien comenzaba a existir
no podía prosperar, desde la perspectiva del autor, hasta que toda América fuera
verdaderamente libre. Su literatura no puede ser separada de la perspectiva
ideológica y de un pensar desde lo político, hecho que precisamente se observa
en la cita del epígrafe que hace referencia a una de las finalidades de lo
literario si se lo piensa en relación con el mundo de los niños. La literatura
debe estar vinculada con el placer, con el goce estético y eso es lo que en la
obra martiana se vislumbra.
En
este punto es necesario realizar una aclaración pues para muchos críticos
Ismaelillo, una de las obras a la que se hará referencia en este artículo, no
puede ser considerado como parte de la literatura infantil sino que todo el
libro gira en torno a la figura de un niño. Desde este artículo se coincide con
esa idea y es necesario remarcar que la gran obra pionera de Martí en el campo
de la Literatura Infantil universal es La
Edad de Oro pero sin embargo, por características que se mencionarán luego,
el otro libro constituye un antecedente muy importante que no hay que dejar de
lado al estudiar el origen de esta maravillosa literatura.
ISMAELILLO, un
antecedente
Fue
publicado en 1882 y es un hermoso libro de poemas dedicado a su hijo que comienza
con una dedicatoria:
Hijo:
Espantado de todo, me refugio en ti.
Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en
la utilidad de la virtud, y en ti.
Si alguien te dice que estas páginas se parecen a otras
páginas, diles que te amo demasiado para profanarte así. Tal como aquí te
pinto, tal te han visto mis ojos. Con esos arreos de gala te me has aparecido.
Cuando he cesado de verte en esa forma, he cesado de pintarte.
Esos riachuelos han pasado por mi corazón.
¡Lleguen al tuyo!
Llama
la atención el nombre del libro que es el diminutivo de Ismael, hecho que le da
una sencillez, una pureza y una nota de cariño muy particular. El gran
especialista Amado Alonso en un artículo sobre el uso de los diminutivos distingue
entre los diminutivos afectuosos y los de carácter representacional. Los de la
primera categoría tienen la función de encariñar un objeto amado, aspecto que
se corresponde con el título del libro que connota afectividad, posesión y una
cierta cercanía. Los representacionales también están presentes en este caso
pues una representación imaginativa del objeto libro y al que el libro y su
título refieren, es decir el hijo.
De
todo el libro, en especial se destaca una de las poesías que a pesar de ser
extensa merece ser leída para llegar a comprender por un lado el sentimiento de
su poética y por el otro disfrutar del lenguaje maravilloso que utiliza, sin
ningún tipo de análisis:
HIJO DEL ALMA
¡Tú flotas sobre todo,
Hijo del alma!
De la revuelta noche
Las oleadas,
En mi seno desnudo
Déjante al alba;
Y del día la espuma
Turbia y amarga,
De la noche revuelta
Te echa en las aguas.
Guardiancillo magnánimo,
La no cerrada
Puerta de mi hondo espíritu
Amante guardas;
¡Y si en la sombra ocultas
Búscanme avaras,
De mi calma celosas,
Mis penas varias,
En el umbral obscuro
Fiero te alzas,
Y les cierran el paso
Tus alas blancas!
Ondas de luz y flores
Trae la mañana,
Y tú en las luminosas
Ondas cabalgas,
No es, no, la luz del día
La que me llama,
Sino tus manecitas
En mi almohada.
Me hablan de que estás lejos:
¡Locuras me hablan!
Ellos tienen tu sombra.
¡Yo tengo tu alma!
Ésas son cosas nuevas,
Mías y extrañas.
Yo sé que tus dos ojos
Allá en lejanas
Tierras relampaguean,
Y en las doradas
Olas de aire que baten
Mi frente pálida,
Pudiera con mi mano,
Cual si haz segara
De estrellas, segar haces
De tus miradas:
¡Tú flotas sobre todo,
Hijo del alma!
Tal
como observa el Dr. Carlos Manuel Tarácido (2020) es el hijo que le sirve al
padre como espolón, le despierta de la inercia y le impulsa a obrar. Martí como
personaje literario pasa de ser un sujeto pasivo a uno activo gracias a la
acción de sus hijos que es el centro no solo de la obra sino de su vida. En
otro de sus poemas, “Príncipe enano”, se observa claramente las tres funciones
del hijo que son enunciadas dentro del Ismaelillo:
“El para mí es corona, almohada, espuela”.
Cada una de estas funciones posee un alto valor desde lo semántico y son
verdaderos signos de algo muy importante que quiere destacar Martí. Siguiendo
algunas de las ideas de Cirlot (2014), puede decirse que la corona se encuentra
en la zona más alta del cuerpo pero no en el mismo nivel sino superándolo. Tal
vez muchas de las ideas del escritor se concretaron gracias a su hijo que
coronó con éxito un camino. La espuela puede verse como un símbolo de la fuerza
activa pero que a su vez puede estar vinculado con una serie de virtudes
defensivas de Martí.
Para
el propio autor se trató siempre de una obra muy querida, tal vez por haberla
escrito para su hijo con quien mantuvo a lo largo de su vida una relación muy
particular. Lo cierto que es esa importancia se observa en un carta de
despedida que le escribe a un amigo suyo, Gonzalo de Quesada, en la que le pide
que ordene su obra si la desea publicar en caso de que muera pero que no
publique ningún libro de versos antes de que aparezca el Ismaelillo pues desde
su perspectiva ninguno valía un ápice en comparación con esta obra.
Ismaelillo fue considerado por
muchos críticos como un antecedente del Modernismo que inaugurará el gran poeta
nicaragüense Rubén Darío con la publicación de su libro Azul en el año 1888. El dominicano Max Henríquez Ureña al hablar de Ismaelillo afirmó: “Ese volumen minúsculo abre nuevos horizontes a la poesía de habla
española. Es el primer jalón en el camino del modernismo”.
La
métrica, la metáfora, el uso del lenguaje que si bien es poético no deja de
lado una perspectiva política hacen de este libro una obra de arte. Además a
esto se suma un hecho importante, que fue pensado y tuvo como destinatario a su
hijo de cuatro años de edad.
La Edad de Oro y el
inicio de la LIJ en América
La Edad de Oro fue una revista
mensual de 32 páginas que fue editada en los Estados Unidos gracias al aporte
económico del acaudalado editor brasileño Aaron da Costa Gómez. Su edición
significó la concreción de un viejo sueño de José Martí de escribir un
periódico mensual que en un primer momento no lo había pensado para niños pero
ante un pedido del editor, accedió a hacerlo. La síntesis entre lo que él
deseaba y el pedido que recibió de hacer un periódico para niños es esta obra
sobre la que Enrique José Varona dijo que era “un periódico para los pequeños,
que merece toda la atención de los grandes”.
María
Delia Paladini, profesora de la Universidad de Buenos Aires, realizó en una
conferencia dictada en el Anfiteatro de la Facultad en 2 de junio de 1953 una caracterización
de la obra y su importancia:
Para llegar a conocer y admirar a Martí hay caminos ya
trillados: el de Ismaelillo, sus Versos libres y sus Versos sencillos, su
epistolario, sus semblanzas de americanos. Buenos caminos que nos van acercando
a distintas provincias de su mundo, pero hay otro que nos da algo de lo más
personal: La edad de oro. La alegría que la oportunidad de dedicarse a este
trabajo le produjo y el dolor con que lo deja, nos dicen de la importancia que
él le daba y del entusiasmo con que se pudo a esta empresa. Armoniosa síntesis
de saber y sencillez. Solo un alma como la suya pudo ofrecer el difícil estilo
infantil que no es niñez ni oquedad sino claridad y ternura que enseñan ciencia
y moral. Difícil arte que sólo puede darlo quien tienen el alma niña.
En los cuatro únicos números que del periódico se
publicaron, dio a los niños inigualadas lecciones de historia, de literatura,
de ciencia. Los llevó por el mundo fantástico del cuento y la poesía a través
de los años y de los países (Paladini: 1953, 348).
Estos
cuatro números que llegaron a publicarse marcaron un antes y un después en el
mundo de la Literatura Infantil y Juvenil del continente americano. Sus tapas
de color azul – celeste poseen una hermosa ilustración que sirve de pórtico a
la obra:
Como
se puede observar hay un marco con una cortina que está atada en los dos
extremos superiores con cuerdas que terminan en unas hermosas borlas. Se
destacan en el borde superior dos ángeles sentados que están acompañados por
otros tres que tratan de levantar la cortina en su lado derecho mientras que
otros dos la abren a manera de telón para poder mostrar el óvalo central en el
que se encuentran los datos de la obra. Tal como lo ha observado Herrera Moreno
y Herrera Durán (2019) esta ilustración se basa en una escultura de bronce
llamada “El espejo” del artista francés Gustave Doré, por quien Martí sentía
admiración.
En
1905, al producirse un aniversario de la muerte del héroe, un ex alumno suyo,
Gonzalo de Quesada, compiló los cuatro números de la revista en el libro La Edad de Oro.
La
obra comienza con una introducción escrita por el propio autor que se titula A
los niños que lean la EDAD DE ORO. Son muchas los aspectos que llaman la
atención de este texto introductorio. Una de estas cuestiones tiene que ver con
la manera de referirse a los niños, y la demostración que el autor cree en
ellos y en todo su potencial. En esa línea escribe en esa introducción: ”Los niños saben más de lo que parece, y si
les dijeran que escribiesen lo que saben, muy buenas cosas escribirían” (Marti,2015:
7). Ese fragmento no pareciera estar escrito a fines del siglo XIX pues muestra
una manera de concebir al sujeto como alguien que sabe y que es capaz de hacer
mucho. Algo similar ocurre cuando escribe: ”No
importa que la carta venga con faltas de ortografía. Lo que importa que es que
niño quiera saber”. (Martí, 2015: 6). Se observa aquí una concepción
especial sobre lo ortográfico con una revalorización de la intencionalidad del
texto que es capaz de producir el niño por sobre la forma, algo totalmente opuesto
a la concepción de la época en torno a la escritura.
En
la obra se encuentran distintos tipos de textos, desde biografías, cuentos,
leyendas, poesías y artículos de reflexión. Este gran abanico textual permite
al lector infantil ingresar a mundo de lo literario desde distintas tipologías
que implican distintas estrategias de lectura pero que tienen en común un
interés del autor, que los niños se diviertan y que al mismo tiempo aprendan
aumentando sus competencias culturales. Como se dijo su escritura era literaria
pero al mismo tiempo de formación política, pues no ocultaba en ningún momento
sus ideales de libertad, de igualdad y la necesidad de ser independientes.
En
concordancia con esto se desataca un texto titulado ”Tres héroes” que presenta
aspectos biográficos de Simón Bolívar, el cura Hidalgo y José de San Martín.
Como una manera de introducir lo que estos tres grandes hombres hicieron por el
continente hace referencia al Verdadero sentido de la libertad:
Libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado,
y a pensar y a hablar sin hipocresía. En América no se podía ser honrado, ni
pensar, ni hablar. Un hombre que oculta lo que piensa, o no se atreve a decir
lo que piensa, no es un hombre honrado. Un hombre que obedece a un mal
gobierno, sin trabajar para que el gobierno sea bueno, no es un hombre honrado.
Un hombre que se conforma con obedecer a leyes injustas, y permite que pisen el
país en que nació los hombres que se lo maltratan, no es un hombre honrado. El
niño, desde que puede pensar, debe pensar en todo lo que ve, debe padecer por
todos los que no pueden vivir con honradez, debe trabajar porque puedan ser
honrados todos los hombres, y debe ser un hombre honrado. Martí, 2015 10).
Y
de esa manera introduce a estos tres grandes próceres del continente. La
biografía que da de nuestro José de San Martín es sublime pues se puede
observar a uno de nuestros hombres más grandes en todo su esplendor.
Otro
texto que llama la atención es una extensa poesía titulada Los zapaticos de
rosa que aborda el tema de la pobreza y estar descalzo. Desde la antigüedad era
una característica de los esclavos que puede ser vista en gran cantidad de
obras literarias. Martí se hace cargo de esta temática tan compleja y presenta
a una niña pobre que está descalza pero otra niña, Pilar, le regala su zapato y
cuando su madre se entera de esta acción y de los que padecían la niña y su
pobre madre le pide que también le dé la manta y el anillo. Aunque pareciera un
simple hecho hay detrás de esto un profundo alegato contra la desigualdad pero
pensada y escrita en un libro para los niños. Por esta cuestión de denuncia
social, el tema de los derechos de los
niños, la injusticia y la desigualdad, considero que esta obra además de ser
pionera en el mundo de la LIJ, es una clara demostración de lo que Álvaro
Yunque denomina la literatura social.
A
lo largo de esta obra se pueden observar los distintos ideales martianos que
tienen que ver con la educación del niño como un ciudadano de una América
totalmente libre del dominio de potencias extranjeras.
Muchos
autores han reseñado y estudiado la obra pero resulta de especial interés la
crítica del escritor mexicano Gutiérrez Nájera publicada en El partido liberal
el 25 de septiembre de 1889:
La Edad de Oro es buena porque enseña fuera de las escuelas
y lo que no enseñan en la escuela. Porque cuenta cuentos tan entretenidos, tan
hechicerescos, como los de brujas y que sin embargo son verdades, y porque
enseña, en fin, no de repente, no de un golpe, sino paso a paso, poco a poco,
como se les da el alimento a los niños…no abre las puertas para que entre la
luz a torrentes y deslumbre a los niños que estaban despertando… no, las
entorna y las va abriendo paulatinamente.
Martí, para escribir la edad de oro, ha dejado de ser río,
se ha hecho lago, terso, transparente, límpido. Lo diré en un frase... se ha
hecho niño… un niño que sabe lo que saben los sabios, pero que habla como los
niños. No es Hércules hilando a los pies de Onfalía; es Hércules jugando con la
reina Mab (Gutiérrez Nájera, 1995. 470).
La
obra se convirtió en un verdadero éxito y esa primera edición cubana se agotó
muy rápidamente. A la Argentina el libro llegó gracias a la cuidada edición de
1921 del editor y hombre de la cultura costarricense Joaquín García Monge.
Monumento a J. Martí en La Habana
A modo de cierre, un
poco personal
Cuando
en 2018 visité Cuba pensé en Martí al ver su imagen en tanta cantidad de
rincones de La Habana, y de Trinidad. Sabía de él y había leído LA EDAD DE ORO
pero no tenía el libro. Había ediciones facsimilares interesantes para adquirir
pero una edición en particular me llamó la atención y la adquirí. Estaba
editada por la Editorial Gente Nueva en un papel de muy poca calidad – tipo
papel de diario - pero sin embargo tenía como gran atractivo que era la edición
popular que tenían muchos de los habitantes de ese país. En la primera página
se reproduce esta nota firmada por Fidel Castro y dirigida a los egresados de
sexto grado
Un
claro ejemplo de nacionalismo que no es otra cosa que valorar el legado
literario de Martí a través de una obra que sigue estando vigente, no solo en
Cuba sino en muchos países de Hispanoamérica.
Es
muy significativa la última carta que le escribió a su hijo que dice
l0 de abril de 1895
Hijo:
Esta noche salgo para Cuba: salgo sin ti, cuando debieras
estar a mi lado. Al salir, pienso en ti. Si desaparezco en el camino, recibirás
con esta carta la leontina que usó en vida tu padre. Adiós. Sé justo.
Tu
JOSÉ MARTÍ
El
legado de Martí pasó a su hijo y sus compañeros de lucha que hicieron que su
obra viviera con ese llamamiento a todos los que conocemos sus libros.
Seguramente a todos nosotros nos pide que seamos justos, libres y
honrados. Solo tres palabras pero sirven
de síntesis de todo su pensamiento.
Su
obra inspiró a autores como la chilena Gabriela Mistral, el colombiano José
Asunción Silva y el nicaragüense Rubén Darío a escribir libros para niños.
Además el nombre de La Edad de Oro
fue utilizado por Joaquín García Monge de Costa Rica para una publicación
periódica destinada a los niños. También puede pensarse a la revista de Martí
como un antecedente de la revista Billiken de Constancio C. Vigil por la
estructura y la diversidad textual que presentó a lo largo del tiempo.
Como
se dijo al inicio, un 19 de mayo murió este gran hombre pero sus ideales siguen
vigentes pues tienen que ver no solo con esa justicia a la que se hacía
referencia anteriormente sino también con la libertad de América.
Importante - Las dos obras de
Martí pueden leerse en línea en los siguientes sitios
ISMAELILLO,
disponible en https://biblioteca.org.ar/libros/656323.pdf
LA EDAD DE ORO, disponible en http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-edad-de-oro-publicacion-mensual-dedicada-a-los-ninos--0/html/
(*) Ilustración del artista cubano Alexis Gelabert.
Referencias
ALONSO,
Amado. El artículo y el diminutivo (Universidad
de Chile, 1937).
CIRLOT,
Juan Eduardo. Diccionario de símbolos (Buenos Aires, Siruela, 2014).
HENRÍQUEZ
UREÑA. Max. Panorama histórico de la literatura cubana, Arte y Literatura,
reimpresión de la edición de 1963 (La Habana, 2001).
MARTI,
José. La Edad de Oro (La Habana, Editorial Pueblo y Educación, 2016).
TARACIDO,
Carlos. El Ismaelillo de José Martí (Otro lunes, Revista Hispanoamericana de
Cultura, disponible en http://otrolunes.com/55/este-lunes/el-ismaelillo-de-jose-marti/ , 2020).
Para
leer más
PIZARRO,
Cristina, La edad de oro de José Martí: un llamado a la niñez americana que
pervive en nuestros días, disponible en http://prensaactivadigital.com.ar/la-edad-de-oro-de-jose-marti-un-llamado-a-la-ninez-americana-que-pervive-en-nuestros-dias/
Realmente muy interesante este análisis. Considerar al niño como un ser pensante en todo es muy valorado, ellos poseen perspectivas sencillas y muy valiosas. Gracias profesor por recordarnos a Martí.
ResponderBorrarRealmente muy interesante este análisis. Considerar al niño como un ser pensante en todo es muy valorado, ellos poseen perspectivas sencillas y muy valiosas. Gracias profesor por recordarnos a Martí.
ResponderBorrarES UN ARTICULO HERMOSO. UN GRANDE JOSÉ MARTÍ. RECUERDO QUE LEÍA LAS POESÍAS DE MARTÍ EN MI ADOLESCENCIA Y LAS MEMORIZABA. ERAN MIS FAVORITAS. LAS DE ROXLO, AMADO NERVO ETC.
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