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miércoles, 19 de mayo de 2021

"José Martí, el gran pionero de la Literatura Infantil y Juvenil del continente americano"

 

 

(*)

 

Dr. Marcelo Bianchi Bustos

 

Instituto Superior del Profesorado de Educación Inicial Sara C. de Eccleston – Academia de Literatura Infantil y Juvenil – Instituto Literario y Cultural Hispánico

 

 

 

Porque es deber humano causar placer en vez de pena

José Martí

 

 

La Literatura Infantil y Juvenil de América tiene un gran pionero, el escritor cubano, JOSÉ MARTÍ. Hoy, 19 de mayo es la fecha del aniversario de su muerte ocurrida en 1895 en el campo de batalla. Fue un escritor, un político, un estratega, un hombre con muchos ideales que decidió luchar y morir heroicamente por su patria antes que quedarse frente a alguna cátedra, para lo que le sobraba capacidad, impartiendo teoría. Su obra es sumamente cuantiosa y comprende todo tipo de géneros pero son dos las publicaciones que es necesario tener cuenta cuando se hace referencia a la Literatura Infantil, Ismaelillo y La Edad de Oro.

Las dos obras son una muestra, no solo de la producción intelectual de Martí sino de lo que es capaz de  crearse en Hispanoamérica. Son el germen de una literatura que si bien comenzaba a existir no podía prosperar, desde la perspectiva del autor, hasta que toda América fuera verdaderamente libre. Su literatura no puede ser separada de la perspectiva ideológica y de un pensar desde lo político, hecho que precisamente se observa en la cita del epígrafe que hace referencia a una de las finalidades de lo literario si se lo piensa en relación con el mundo de los niños. La literatura debe estar vinculada con el placer, con el goce estético y eso es lo que en la obra martiana se vislumbra.

En este punto es necesario realizar una aclaración pues para muchos críticos Ismaelillo, una de las obras a la que se hará referencia en este artículo, no puede ser considerado como parte de la literatura infantil sino que todo el libro gira en torno a la figura de un niño. Desde este artículo se coincide con esa idea y es necesario remarcar que la gran obra pionera de Martí en el campo de la Literatura Infantil universal es La Edad de Oro pero sin embargo, por características que se mencionarán luego, el otro libro constituye un antecedente muy importante que no hay que dejar de lado al estudiar el origen de esta maravillosa literatura.

 

ISMAELILLO, un antecedente

 

Fue publicado en 1882 y es un hermoso libro de poemas dedicado a su hijo que comienza con una dedicatoria:

 

Hijo:

Espantado de todo, me refugio en ti.

Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud, y en ti.

Si alguien te dice que estas páginas se parecen a otras páginas, diles que te amo demasiado para profanarte así. Tal como aquí te pinto, tal te han visto mis ojos. Con esos arreos de gala te me has aparecido. Cuando he cesado de verte en esa forma, he cesado de pintarte.

Esos riachuelos han pasado por mi corazón.

¡Lleguen al tuyo!

 



 

Llama la atención el nombre del libro que es el diminutivo de Ismael, hecho que le da una sencillez, una pureza y una nota de cariño muy particular. El gran especialista Amado Alonso en un artículo sobre el uso de los diminutivos distingue entre los diminutivos afectuosos y los de carácter representacional. Los de la primera categoría tienen la función de encariñar un objeto amado, aspecto que se corresponde con el título del libro que connota afectividad, posesión y una cierta cercanía. Los representacionales también están presentes en este caso pues una representación imaginativa del objeto libro y al que el libro y su título refieren, es decir el hijo.

De todo el libro, en especial se destaca una de las poesías que a pesar de ser extensa merece ser leída para llegar a comprender por un lado el sentimiento de su poética y por el otro disfrutar del lenguaje maravilloso que utiliza, sin ningún tipo de análisis:

 

HIJO DEL ALMA

¡Tú flotas sobre todo,

Hijo del alma!

De la revuelta noche

Las oleadas,

En mi seno desnudo

Déjante al alba;

Y del día la espuma

Turbia y amarga,

De la noche revuelta

Te echa en las aguas.

Guardiancillo magnánimo,

La no cerrada

Puerta de mi hondo espíritu

Amante guardas;

¡Y si en la sombra ocultas

Búscanme avaras,

De mi calma celosas,

Mis penas varias,

En el umbral obscuro

Fiero te alzas,

Y les cierran el paso

Tus alas blancas!

Ondas de luz y flores

Trae la mañana,

Y tú en las luminosas

Ondas cabalgas,

No es, no, la luz del día

La que me llama,

Sino tus manecitas

En mi almohada.

Me hablan de que estás lejos:

¡Locuras me hablan!

Ellos tienen tu sombra.

¡Yo tengo tu alma!

Ésas son cosas nuevas,

Mías y extrañas.

Yo sé que tus dos ojos

Allá en lejanas

Tierras relampaguean,

Y en las doradas

Olas de aire que baten

Mi frente pálida,

Pudiera con mi mano,

Cual si haz segara

De estrellas, segar haces

De tus miradas:

¡Tú flotas sobre todo,

Hijo del alma!

 

Tal como observa el Dr. Carlos Manuel Tarácido (2020) es el hijo que le sirve al padre como espolón, le despierta de la inercia y le impulsa a obrar. Martí como personaje literario pasa de ser un sujeto pasivo a uno activo gracias a la acción de sus hijos que es el centro no solo de la obra sino de su vida. En otro de sus poemas, “Príncipe enano”, se observa claramente las tres funciones del hijo que son enunciadas dentro del Ismaelillo: “El para mí es corona, almohada, espuela”. Cada una de estas funciones posee un alto valor desde lo semántico y son verdaderos signos de algo muy importante que quiere destacar Martí. Siguiendo algunas de las ideas de Cirlot (2014), puede decirse que la corona se encuentra en la zona más alta del cuerpo pero no en el mismo nivel sino superándolo. Tal vez muchas de las ideas del escritor se concretaron gracias a su hijo que coronó con éxito un camino. La espuela puede verse como un símbolo de la fuerza activa pero que a su vez puede estar vinculado con una serie de virtudes defensivas de Martí.

Para el propio autor se trató siempre de una obra muy querida, tal vez por haberla escrito para su hijo con quien mantuvo a lo largo de su vida una relación muy particular. Lo cierto que es esa importancia se observa en un carta de despedida que le escribe a un amigo suyo, Gonzalo de Quesada, en la que le pide que ordene su obra si la desea publicar en caso de que muera pero que no publique ningún libro de versos antes de que aparezca el Ismaelillo pues desde su perspectiva ninguno valía un ápice en comparación con esta obra.

Ismaelillo fue considerado por muchos críticos como un antecedente del Modernismo que inaugurará el gran poeta nicaragüense Rubén Darío con la publicación de su libro Azul en el año 1888. El dominicano  Max Henríquez Ureña al hablar de Ismaelillo afirmó: “Ese volumen minúsculo abre nuevos horizontes a la poesía de habla española. Es el primer jalón en el camino del modernismo”.

La métrica, la metáfora, el uso del lenguaje que si bien es poético no deja de lado una perspectiva política hacen de este libro una obra de arte. Además a esto se suma un hecho importante, que fue pensado y tuvo como destinatario a su hijo de cuatro años de edad.

 

La Edad de Oro y el inicio de la LIJ en América

 

La Edad de Oro fue una revista mensual de 32 páginas que fue editada en los Estados Unidos gracias al aporte económico del acaudalado editor brasileño Aaron da Costa Gómez. Su edición significó la concreción de un viejo sueño de José Martí de escribir un periódico mensual que en un primer momento no lo había pensado para niños pero ante un pedido del editor, accedió a hacerlo. La síntesis entre lo que él deseaba y el pedido que recibió de hacer un periódico para niños es esta obra sobre la que Enrique José Varona dijo que era “un periódico para los pequeños, que merece toda la atención de los grandes”.

María Delia Paladini, profesora de la Universidad de Buenos Aires, realizó en una conferencia dictada en el Anfiteatro de la Facultad en 2 de junio de 1953 una caracterización de la obra y su importancia:

 

Para llegar a conocer y admirar a Martí hay caminos ya trillados: el de Ismaelillo, sus Versos libres y sus Versos sencillos, su epistolario, sus semblanzas de americanos. Buenos caminos que nos van acercando a distintas provincias de su mundo, pero hay otro que nos da algo de lo más personal: La edad de oro. La alegría que la oportunidad de dedicarse a este trabajo le produjo y el dolor con que lo deja, nos dicen de la importancia que él le daba y del entusiasmo con que se pudo a esta empresa. Armoniosa síntesis de saber y sencillez. Solo un alma como la suya pudo ofrecer el difícil estilo infantil que no es niñez ni oquedad sino claridad y ternura que enseñan ciencia y moral. Difícil arte que sólo puede darlo quien tienen el alma niña.

En los cuatro únicos números que del periódico se publicaron, dio a los niños inigualadas lecciones de historia, de literatura, de ciencia. Los llevó por el mundo fantástico del cuento y la poesía a través de los años y de los países (Paladini: 1953, 348).

 

Estos cuatro números que llegaron a publicarse marcaron un antes y un después en el mundo de la Literatura Infantil y Juvenil del continente americano. Sus tapas de color azul – celeste poseen una hermosa ilustración que sirve de pórtico a la obra:   

 



 

Como se puede observar hay un marco con una cortina que está atada en los dos extremos superiores con cuerdas que terminan en unas hermosas borlas. Se destacan en el borde superior dos ángeles sentados que están acompañados por otros tres que tratan de levantar la cortina en su lado derecho mientras que otros dos la abren a manera de telón para poder mostrar el óvalo central en el que se encuentran los datos de la obra. Tal como lo ha observado Herrera Moreno y Herrera Durán (2019) esta ilustración se basa en una escultura de bronce llamada “El espejo” del artista francés Gustave Doré, por quien Martí sentía admiración. 

En 1905, al producirse un aniversario de la muerte del héroe, un ex alumno suyo, Gonzalo de Quesada, compiló los cuatro números de la revista en el libro La Edad de Oro.

La obra comienza con una introducción escrita por el propio autor que se titula A los niños que lean la EDAD DE ORO. Son muchas los aspectos que llaman la atención de este texto introductorio. Una de estas cuestiones tiene que ver con la manera de referirse a los niños, y la demostración que el autor cree en ellos y en todo su potencial. En esa línea escribe en esa introducción: ”Los niños saben más de lo que parece, y si les dijeran que escribiesen lo que saben, muy buenas cosas escribirían” (Marti,2015: 7). Ese fragmento no pareciera estar escrito a fines del siglo XIX pues muestra una manera de concebir al sujeto como alguien que sabe y que es capaz de hacer mucho. Algo similar ocurre cuando escribe: ”No importa que la carta venga con faltas de ortografía. Lo que importa que es que niño quiera saber”. (Martí, 2015: 6). Se observa aquí una concepción especial sobre lo ortográfico con una revalorización de la intencionalidad del texto que es capaz de producir el niño por sobre la forma, algo totalmente opuesto a la concepción de la época en torno a la escritura.  

En la obra se encuentran distintos tipos de textos, desde biografías, cuentos, leyendas, poesías y artículos de reflexión. Este gran abanico textual permite al lector infantil ingresar a mundo de lo literario desde distintas tipologías que implican distintas estrategias de lectura pero que tienen en común un interés del autor, que los niños se diviertan y que al mismo tiempo aprendan aumentando sus competencias culturales. Como se dijo su escritura era literaria pero al mismo tiempo de formación política, pues no ocultaba en ningún momento sus ideales de libertad, de igualdad y la necesidad de ser independientes.

En concordancia con esto se desataca un texto titulado ”Tres héroes” que presenta aspectos biográficos de Simón Bolívar, el cura Hidalgo y José de San Martín. Como una manera de introducir lo que estos tres grandes hombres hicieron por el continente hace referencia al Verdadero sentido de la libertad:

 

Libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía. En América no se podía ser honrado, ni pensar, ni hablar. Un hombre que oculta lo que piensa, o no se atreve a decir lo que piensa, no es un hombre honrado. Un hombre que obedece a un mal gobierno, sin trabajar para que el gobierno sea bueno, no es un hombre honrado. Un hombre que se conforma con obedecer a leyes injustas, y permite que pisen el país en que nació los hombres que se lo maltratan, no es un hombre honrado. El niño, desde que puede pensar, debe pensar en todo lo que ve, debe padecer por todos los que no pueden vivir con honradez, debe trabajar porque puedan ser honrados todos los hombres, y debe ser un hombre honrado. Martí, 2015 10).

 

Y de esa manera introduce a estos tres grandes próceres del continente. La biografía que da de nuestro José de San Martín es sublime pues se puede observar a uno de nuestros hombres más grandes en todo su esplendor.

Otro texto que llama la atención es una extensa poesía titulada Los zapaticos de rosa que aborda el tema de la pobreza y estar descalzo. Desde la antigüedad era una característica de los esclavos que puede ser vista en gran cantidad de obras literarias. Martí se hace cargo de esta temática tan compleja y presenta a una niña pobre que está descalza pero otra niña, Pilar, le regala su zapato y cuando su madre se entera de esta acción y de los que padecían la niña y su pobre madre le pide que también le dé la manta y el anillo. Aunque pareciera un simple hecho hay detrás de esto un profundo alegato contra la desigualdad pero pensada y escrita en un libro para los niños. Por esta cuestión de denuncia social, el tema de los derechos  de los niños, la injusticia y la desigualdad, considero que esta obra además de ser pionera en el mundo de la LIJ, es una clara demostración de lo que Álvaro Yunque denomina la literatura social.   

 

A lo largo de esta obra se pueden observar los distintos ideales martianos que tienen que ver con la educación del niño como un ciudadano de una América totalmente libre del dominio de potencias extranjeras.

Muchos autores han reseñado y estudiado la obra pero resulta de especial interés la crítica del escritor mexicano Gutiérrez Nájera publicada en El partido liberal el 25 de septiembre de 1889:

 

La Edad de Oro es buena porque enseña fuera de las escuelas y lo que no enseñan en la escuela. Porque cuenta cuentos tan entretenidos, tan hechicerescos, como los de brujas y que sin embargo son verdades, y porque enseña, en fin, no de repente, no de un golpe, sino paso a paso, poco a poco, como se les da el alimento a los niños…no abre las puertas para que entre la luz a torrentes y deslumbre a los niños que estaban despertando… no, las entorna y las va abriendo paulatinamente.

Martí, para escribir la edad de oro, ha dejado de ser río, se ha hecho lago, terso, transparente, límpido. Lo diré en un frase... se ha hecho niño… un niño que sabe lo que saben los sabios, pero que habla como los niños. No es Hércules hilando a los pies de Onfalía; es Hércules jugando con la reina Mab (Gutiérrez Nájera, 1995. 470).

 

La obra se convirtió en un verdadero éxito y esa primera edición cubana se agotó muy rápidamente. A la Argentina el libro llegó gracias a la cuidada edición de 1921 del editor y hombre de la cultura costarricense Joaquín García Monge.

 



Monumento a J. Martí en La Habana

 

A modo de cierre, un poco personal

 

Cuando en 2018 visité Cuba pensé en Martí al ver su imagen en tanta cantidad de rincones de La Habana, y de Trinidad. Sabía de él y había leído LA EDAD DE ORO pero no tenía el libro. Había ediciones facsimilares interesantes para adquirir pero una edición en particular me llamó la atención y la adquirí. Estaba editada por la Editorial Gente Nueva en un papel de muy poca calidad – tipo papel de diario - pero sin embargo tenía como gran atractivo que era la edición popular que tenían muchos de los habitantes de ese país. En la primera página se reproduce esta nota firmada por Fidel Castro y dirigida a los egresados de sexto grado

 


 

Un claro ejemplo de nacionalismo que no es otra cosa que valorar el legado literario de Martí a través de una obra que sigue estando vigente, no solo en Cuba sino en muchos países de Hispanoamérica.

Es muy significativa la última carta que le escribió a su hijo que dice

 

l0 de abril de 1895

Hijo:

Esta noche salgo para Cuba: salgo sin ti, cuando debieras estar a mi lado. Al salir, pienso en ti. Si desaparezco en el camino, recibirás con esta carta la leontina que usó en vida tu padre. Adiós. Sé justo.

Tu

JOSÉ MARTÍ

 


El legado de Martí pasó a su hijo y sus compañeros de lucha que hicieron que su obra viviera con ese llamamiento a todos los que conocemos sus libros. Seguramente a todos nosotros nos pide que seamos justos, libres y honrados.  Solo tres palabras pero sirven de síntesis de todo su pensamiento.

Su obra inspiró a autores como la chilena Gabriela Mistral, el colombiano José Asunción Silva y el nicaragüense Rubén Darío a escribir libros para niños. Además el nombre de La Edad de Oro fue utilizado por Joaquín García Monge de Costa Rica para una publicación periódica destinada a los niños. También puede pensarse a la revista de Martí como un antecedente de la revista Billiken de Constancio C. Vigil por la estructura y la diversidad textual que presentó a lo largo del tiempo. 

Como se dijo al inicio, un 19 de mayo murió este gran hombre pero sus ideales siguen vigentes pues tienen que ver no solo con esa justicia a la que se hacía referencia anteriormente sino también con la libertad de América.

 

 

 

Importante - Las dos obras de Martí pueden leerse en línea en los siguientes sitios

 

ISMAELILLO, disponible en https://biblioteca.org.ar/libros/656323.pdf

LA EDAD DE ORO, disponible en http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-edad-de-oro-publicacion-mensual-dedicada-a-los-ninos--0/html/ 

(*) Ilustración del artista  cubano Alexis Gelabert.

 

Referencias

 

ALONSO, Amado.  El artículo y el diminutivo (Universidad de Chile, 1937).

CIRLOT, Juan Eduardo. Diccionario de símbolos (Buenos Aires, Siruela, 2014).

HENRÍQUEZ UREÑA. Max. Panorama histórico de la literatura cubana, Arte y Literatura, reimpresión de la edición de 1963 (La Habana, 2001).

MARTI, José. La Edad de Oro (La Habana, Editorial Pueblo y Educación, 2016).

TARACIDO, Carlos. El Ismaelillo de José Martí (Otro lunes, Revista Hispanoamericana de Cultura,   disponible en http://otrolunes.com/55/este-lunes/el-ismaelillo-de-jose-marti/ , 2020).

 

 

Para leer más

 

PIZARRO, Cristina, La edad de oro de José Martí: un llamado a la niñez americana que pervive en nuestros días, disponible en http://prensaactivadigital.com.ar/la-edad-de-oro-de-jose-marti-un-llamado-a-la-ninez-americana-que-pervive-en-nuestros-dias/

3 comentarios:

  1. Realmente muy interesante este análisis. Considerar al niño como un ser pensante en todo es muy valorado, ellos poseen perspectivas sencillas y muy valiosas. Gracias profesor por recordarnos a Martí.

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  2. Realmente muy interesante este análisis. Considerar al niño como un ser pensante en todo es muy valorado, ellos poseen perspectivas sencillas y muy valiosas. Gracias profesor por recordarnos a Martí.

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  3. ES UN ARTICULO HERMOSO. UN GRANDE JOSÉ MARTÍ. RECUERDO QUE LEÍA LAS POESÍAS DE MARTÍ EN MI ADOLESCENCIA Y LAS MEMORIZABA. ERAN MIS FAVORITAS. LAS DE ROXLO, AMADO NERVO ETC.

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