Dr. Marcelo
Bianchi Bustos
La noticia de que soy uno de los
ganadores del premio HORMIGUITA VIAJERA me llenó de emoción. A esto se sumó ver
el listado de los otros premiados que son grandes personalidades del
maravilloso mundo de la LIJ pero de todas ellas hay una que en especial ocupa
un lugar muy importante en mi biografía lectora. Es esto lo que me lleva a
escribir este texto y sepa el lector disculpar que sea tan autorreferencial.
Crecí rodeado de historias orales
narradas todas las noches por mis padres y de algunos pocos libros pues en ese
complejo contexto de la década del 70 la inflación era terrible y lo primordial
era comer. Cada tanto llegaban a mis manos algunos libros de los que se vendían
en los kioscos de diarios y revistas, y semanalmente la revista Anteojito que yo
esperaba con ansia y devoraba con placer. Todo colaboró en mi formación como
lector, todo está presente en mi textoteca, en mi camino lector, tal como la
denomina Laura Devetach. Pero en ese complejo entramado en el que no solo están
los libros sino también la televisión y el cine- dos productos culturales que
amo -, hay una autora que comencé a admirar sin saberlo desde chico cada vez
que veía MARGARITO TERERÉ. En ese programa de televisión, una serie de hermosos
personajes vinculados con nuestra fauna se hacían presentes y con ellos las maravillosas
canciones que aún recuerdo de Zulema
Alcayaga, la autora también premiada que me lleva a escribir esto.
Su poética comenzó desde chico a
conquistarme. Maravillosas rimas, un cuidado en el uso del lenguaje y
personajes entrañables provocaron en mí, un niño de apenas 7 años, el
desarrollo de la imaginación y el deseo re recorrer la Argentina para conocer
cada uno de sus rincones y ver, tal vez a Misia Pepa, Corbata Cuá y tantos
otros maravillosos personajes. No recuerdo hoy si el programa era diario pero
sí me acuerdo del momento de mirarlo en ese viejo televisor a válvula. Tal vez
muchos de mi edad recuerden el filme Margarito
Tereré del año 1978 dirigida por Waldo Belloso y con guion del propio
Belloso y de Zulema Alcayaga. La voz de los personajes resuena en mis
recuerdos, al igual que la maravillosa voz de Jovita Díaz que puede disfrutarse
en https://www.youtube.com/watch?v=7q7AxegK4Cc .
Sin lugar a dudas creo que Alcayaga es
una gran constructora de la cultura nacional, de grandes páginas literarias de
folklore pensado para niños que ayudó a que amemos más a nuestro país y sus
tradiciones. Recuerdo ese maravilloso Gato
de la calesita que canté con mis compañeros de sexto grado y tantas de sus
canciones. https://www.youtube.com/watch?v=zq2LmbmscdE
Muchos de los que amamos nuestro
folklore escuchamos una obra suya en la apertura de uno de nuestros más grandes
festivales, el Himno a Cosquín que
escribió con Belloso y que podemos
escucharlo en https://www.youtube.com/watch?v=hS6zXawciSg
Más adelante en el tiempo pude disfrutar
una vez más de su obra con el genial espectáculo Canciones para argentinitos. En los 2000 yo fui director de una
escuela primaria en Manuel Alberti y mi gusto por su obra llenó de melodías los
recreos y muchos de los actos escolares.
Cada uno de sus personajes, canciones,
cada uno de sus versos, su poética, sus sonidos y su mirada sobre nuestra
argentina forman parte de mi biblioteca, la que alberga mi mente y mi corazón. Sin
lugar a duda, Zulema Alcayaga es parte de mi biografía como lector y eso
provoca no solo estas líneas sino el deseo de que sea recuperada dentro del
canon literario para que todos los niños de hoy disfruten de su obra.
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