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miércoles, 18 de junio de 2025

Nos preparamos para festejar este año los 160 años, de un viaje por el país de las maravillas..., sí Alicia cumple 160 años desde su primera edición.

 

Un 4 de julio de 1862, en un cálido día de verano en Inglaterra, nacía como un relato sencillo y sin búsqueda de trascendencia una historia que tomaba el nombre de una niña que iba en un bote. Sobre las tranquilas aguas del río Támesis,  el bote llevaba a bordo a un grupo de personas, tanto adultas como infantes, entre ellos sobresalía el matemático Charles Lutwidge Dodgson (mejor conocido como Lewis Carroll), su amigo el reverendo Robinson Duckworth y tres niñas curiosas y risueñas, hijas del decano de Christ Church: Lorina, Edith y la niña Alice Liddell.

Mientras el bote se deslizaba por las tranquilas aguas, el sol brillaba sobre el agua y la brisa fresca hacía más placentero el paseo, la inquieta Alice Liddell llena de curiosidad y deseos de cuentos e historias,  le pidió a Dodgson que les contara una historia. Lleno de inspiración, Dodgson (Lewis Carroll), comenzó a hilvanar palabras y frases, armando un relato que sorprendió a los presentes, en especial a esta niña Alicia,  de mirada intrigante y atrapada por las maravillas de la historia.

—Imaginen una niña llamada Alicia… que, de repente, persigue a un conejo blanco y cae en un mundo completamente al revés.

Las niñas escuchaban fascinadas mientras Dodgson narraba aventuras cada vez más extrañas: una madriguera sin fin, un gato que desaparece dejando solo su sonrisa, una Reina de Corazones que gritaba "¡Que le corten la cabeza!". Alice quedó tan encantada con la historia que, al final del paseo, le pidió que la escribiera.

Dodgson cumplió su promesa. Durante dos años trabajó en el manuscrito, dándole forma a aquella fantasía improvisada. En 1864, le entregó a Alice Liddell un libro titulado Las aventuras subterráneas de Alicia, ilustrado por él mismo. Sin embargo, sus amigos vieron en esa historia un potencial mayor y lo convencieron de publicarla.

Así, en 1865, bajo el seudónimo de Lewis Carroll, el mundo conoció Alicia en el País de las Maravillas, con ilustraciones del renombrado artista John Tenniel. Lo que comenzó como un cuento espontáneo en un paseo por el río, se convirtió en una de las obras más queridas de la literatura universal.

Curiosidades detrás del País de las Maravillas

Personajes inspirados en la vida real: Alice Liddell prestó su nombre a la protagonista, y varios personajes reflejan a personas del entorno de Dodgson.

Referencias matemáticas y filosóficas: Como matemático, Dodgson incluyó acertijos lógicos y paradojas que desafían la razón, haciendo que el libro sea mucho más que un simple cuento infantil.

Crítica a la sociedad victoriana: La Reina de Corazones representa el autoritarismo de la época, mientras que Alicia encarna la curiosidad y el deseo de independencia.

Este año: 2025, se cumplen 160 años y esa niña pedigueña de historias y relatos ha quedado plasmada para siemrpe en el famoso libro: Alicia en el País de las Maravillas, una obra que sigue cautivando a niños y adultos, con su combinación de lógica, imaginación y un toque de locura que nos recuerda que, a veces, lo imposible solo es cuestión de perspectiva. Una Alicia que no se ha conformado en ser libro e historia, además, tiene varias versiones cinematográficas, varias puestas teatrales y un sin fín de libros que buscan y rebuscan más allá de la literatura que quizo decir y mostrar Lewis Carroll con su historia y su fanatismo por esa niña de cabellos morenos que Lewis imaginó de rizos rubios y ojos asombrados.


Compartimos este texto con algunas ilustraciones de la artista argentina Alicia Carletti, una obra exquisita, especialmente sus cuadros sobre ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS donde en sus cuadros aparece siempre junto a los personajes una niña (creemos que era la propia Alicia Carletti) queriendo ser parte de cada uno de los momentos de esta clásica y bellísima historia, todo un clásico de la LIJ Universal. 

domingo, 8 de junio de 2025

Pioneras y pioneros de la literatura infantil y juvenil Argentina. Hoy recordamos la inmensa obra de BEATRIZ FERRO. (**)


 Beatriz Ferro nació en el barrio de Devoto (Buenos Aires) y falleció en la misma ciudad el jueves 12 de julio de 2012. A los 8 años hizo su primera incursión en la actividad editorial con Golondrina, una revistita casera que ella misma escribía, dibujaba, cosía y cuyo único ejemplar existente alquilaba a parientes y amigos. Desde entonces estableció un vínculo muy estrecho con la palabra escrita y la imagen que perduró durante su larga vida. Escritora, periodista, ilustradora, letrista de canciones infantiles, reconocida por los cuentos infantiles, poemas y obras de teatro de su autoría, también encaró una meritoria labor destinada a la recopilación y adaptación de cuentos populares de distintas épocas, culturas y procedencias geográficas. Sus obras, traducidas a diversos idiomas, son conocidas tanto en nuestro país como en el exterior.



En su juventud cursó arquitectura y experimentó en las artes plásticas.  Hasta que en los 60 la dibujante Agnes Lamm le presentó a Boris Spivacow y comenzó a publicar sus primeros atrevimientos literarios en la recordada colección Bolsillitos de Editorial Abril, que dirigía Boris Spivacow. Se trataba de pequeños libros ilustrados a cuatro colores, de venta masiva en los kioscos, escritos por autores que generalmente firmaban solamente con su nombre de pila: Inés (Malinow), Beatriz (Ferro), Héctor Puyol (seudónimo de Héctor Oesterheld), Nora Smolensk y Martha Giménez Pastor, entre otros. Además en Editorial Abril, Ferro escribió guiones de historieta para la revista Gatito, bajo la tutela y orientación de Oesterheld, que también escribía para esa publicación, donde a su vez había trabajos de Boris SpivacowPedro Orgambide, con dibujos de CsecsAlberto BrecciaAlberto del CastilloChacha, todos ellos autores y artistas con gran sensibilidad hacia la infancia.

Más adelante, también de la mano de Boris Spivacow desembarcó en EUDEBA donde ocupó el departamento de ediciones de libros para niños y jóvenes. Y años después siempre de la mano de Boris Spivacow formó parte del elenco estable de la prestigios editorial Centro Editor de América Latina..., un recorrido que la convirtió en una de las precursoras de la literatura infantil y juvenil no sólo de Argentina sino además de toda América Latina.



Beatriz Ferro creía que tanto el lenguaje visual como literario formaban un todo indivisible, una unidad conceptual del libro, pensado como un producto intelectual y artístico al mismo tiempo. Es por esta razón que ponía particular esmero en resaltar la calidad de las imágenes y de los textos, en la selección de autores, dibujantes, ilustradores y diseñadores gráficos. Su objetivo era ubicar a este tipo de libros en ámbitos tanto escolares como recreativos, sin dejar de lado la impronta de su espíritu innovador y didáctico.

Otra colección importante para destacar fue Cuentos de Polidoro, de 1967 y editada por el Centro Editor de América Latina. Esta obra reunía traducciones y versiones libres de cuentos clásicos de la literatura universal infantil, en donde el objetivo era acercar a los pequeños lectores a estas historias pero con un enfoque distinto y original, visible ya desde los textos, la ilustración y el diseño. Colaboraron autores e ilustradores como Inés Malinow, Horacio Clemente,  Cristina Gudiño Kieffer, Beatriz Doumerc, entre los escritores y Oski, Napoleón, Oscar Grillo y Hermenegildo Sábat, entre los ilustradores..

Esta colección dejó su huella en varias generaciones de lectores, tanto por su estilo como por la forma de comercializarse y distribuirse, de forma similar a las revistas y con sucesivas reediciones a lo largo del tiempo.

A comienzos de 1970, se encarga de redactar y dirigir la enciclopedia para niños “El Quillet de los Niños” de Editorial Arístides Quillet. En sus seis tomos se podía encontrar todo tipo de material variado e interesante para el público infantil: leyendas, juegos, curiosidades, divulgación científica y relatos históricos, todos ellos escritos en un lenguaje ágil y divertido.

De alguna manera, en sus páginas se unían el entretenimiento y la divulgación, la realidad y la fantasía.

Pero el mundo de las letras, la creación y la fantasía, pronto se acaba..., llegó la noche oscura de la DICTADURA cívico militar argentina...!!!

Desde su formación docente Beatriz Ferro publicó Repertorio de lecturas para niños y adolescentes, en colaboración con la escritora Fryda Schultz de Mantovani y la pedagoga Lydia P. de Bosch. El propósito de este libro era orientar el trabajo docente en la selección de libros para niños.

En el inicio de la dictadura militar argentina, Ferro se enfrentó con la censura que imperaba en esos años en cuanto a las publicaciones. En su libro escolar Un libro juntos. Texto de lectura para 4to. grado había expresiones y palabras tales como “trabajar en libertad”“huelga”“alpargatas”, que incomodaban a las autoridades de facto. Como Beatriz se negó a introducir los cambios propuestos por los censores, la publicación fue pronto retirada de circulación.

Los caminos de los grandes Maestros se juntan, y nacen cosas extraordinarias: BEATRIZ FERRO Y MARÍA ELENA WALSH...obras y premios


A mediados de la década del 80, Beatriz Ferro se une a la gran autora María Elena Walsh para juntas ponerse al frente de la colección “Veo y Leo”, de editorial Hyspamérica. En estos libros encontramos textos de divulgación científica y literaria y en donde también hay un cuidado especial en la ilustración y el diseño, en donde se destaca la experiencia previa de Beatriz como directora de arte.



Coordinó además otras colecciones como: “Te cuento”“Zoomundo” y “Salvemos la Tierra”, editadas por Hyspamérica, y “Los caza cosas”, de Editorial Estrada.

Con el nuevo siglo, Ferro publicó y creó nuevas colecciones de libros infantiles. Una de ellas, “¡Arriba el telón!”, recopilaba obras de teatro, ópera y ballet adaptadas a los pequeños lectores y eran publicadas por el diario “Página/12”.




También de su autoría fue la colección “Historias fantásticas de América y el mundo”, que reunía cuentos y leyendas populares, adaptados por ella misma.

Elaboró antologías, adaptando cuentos de autores renombrados como los Hermanos*Grimm (Los músicos de Bremen, El sastrecillo valiente, Hansel y Gretel, ilustrados por Agi), Perrault (El gato con botas, Caperucita Roja, Los tres deseos, ilustrados por Oscar Grillo) y H. C.*Andersen (Pulgarcita, El patito feo, La princesa y el garbanzo, ilustrados por Ayax Barnes)

Entre sus propias obras, se pueden nombrar: Cuatro cuentos cándidosVersos que no muerden (¿o sí?)Las locas ganas de imaginarAventuras de lápiz y papel, Paraguas para jugarZapatos caminadoresHistoriasextra vagantesVersos de bakelitaRadiografía de una brujaEl Usurpador de la Luna LlenEl dramático caso de las señoras igualesCuentos del topo amable, entre muchos otros.

En el año 2001 fue distinguida con el premio Pregonero de Honor por la Fundación El Libro. Y en 2008 fue candidata al Premio Hans Christian Andersen.

Pionera en el campo de la edición de libros para niños, los aportes de Ferro fueron retomados y enriquecidos posteriormente por editoriales como Sudamericana, Colihue Ediciones de la Flor y Libros del Quirquincho.

Fue Beatriz Ferro una autora con mayúsculas tanto desde lo visual como desde lo literario. Sus obras reflejan su inagotable imaginación, su preocupación por la belleza de textos y dibujos.


(**) Esta nota se ha realizado con los aportes de reportajes y notas realizadas por diferentes publicaciones y autores, algunos de ellos han quedado en la red, aunque ya no publican. Se ha utilizado notas del portal Educ.ar; Revista Imaginaria, diario Página/12, Ecured. cu entre otras. A todos aquellos que hicieron posible este homenaje a nuestra pionera: MUCHAS GRACIAS. El Hormiguero Lector.

Nos preparamos para festejar este año los 160 años, de un viaje por el país de las maravillas..., sí Alicia cumple 160 años desde su primera edición.

  Un 4 de julio de 1862, en un cálido día de verano en Inglaterra, nacía como un relato sencillo y sin búsqueda de trascendencia una histori...